Tegucigalpa, 28 jun (RHC) El Partido Libertad y Refundación de Honduras protagoniza una jornada de protestas y otras acciones en conmemoración de los 10 años del golpe de Estado a Manuel Zelaya.

Dirigida por Zelaya, la organización política, de conjunto con el Movimiento Estudiantil Universitario, realiza una marcha pública hasta al aeropuerto internacional de Toncontín en Tegucigalpa con el eslogan, Aquí nadie se rinde.

A la convocatoria, el Gobierno hondureño respondió con el incremento de la presencia policial y militar en la zona de la terminal aérea y el centro de la urbe.

De acuerdo con analistas y politólogos, el origen de la actual situación social de crisis en ese país se ubica hace 10 años, cuando el entonces presidente Manuel Zelaya fue derrocado por un golpe de Estado el 28 de junio de 2009.

La acción fue promovida por la derecha nacional con el apoyo del Gobierno norteamericano porque sus intereses se oponían a los programas sociales impulsados por Zelaya..

Por su parte, el comisionado nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) de Honduras, Roberto Herrera, llamó a la unidad del pueblo para frenar los actos de violencia en este país, sumido en una grave crisis social y política.

En un comunicado difundido en la red social Twitter, el abogado criticó los pasajes violentos registrados a lo largo del territorio nacional con las protestas de la población contra la administración de Juan Orlando Hernández y las acciones gubernamentales para reprimir estas movilizaciones.

Según Herrera, se trata de un “fratricidio” que solo atenta contra la dignidad nacional y la aspiración de que Honduras se convierta en un país con cabida para todos, “sin discriminaciones ideológicas o de ninguna otra clase”.

Igualmente, consideró que “lo positivo de las crisis actuales serán los esfuerzos y voluntades de recuperación y vigorización del papel principal del Estado hondureño para garantizar la dignidad, seguridad y bienestar de todos los habitantes”.

El titular del Conadeh señaló la importancia de la unidad y confianza nacional para construir una mejor sociedad que posibilite el desarrollo sostenible de Honduras, sin escuchar “ideas distorsionadas” de los que solo buscan herir a la nación.

Honduras debe desalentar y prevenir el arraigo y desarrollo de actitudes de quienes hoy alientan y promueven odio, intolerancia y desprestigio entre los habitantes, dijo.

Afirmó que solo la cohesión ciudadana permitirá superar la presente situación de pobreza, violencia, delincuencia, degradación del medio ambiente e insuficiente desarrollo humano.

El pueblo hondureño debe continuar luchando responsablemente e ir hacia el encuentro de su unidad y de la confianza social, en aras de su libertad, democracia y paz, concluyó el defensor de los derechos humanos.