Brasilia, 25 ago (RHC) El colapso de la represa Vale en el municipio Brumadinho, estado brasileño de Minas Gerais cumple hoy siete meses, en medio de una operación de búsqueda que alcanzó los 213 días y el registro de 248 muertes.
El departamento de Bomberos de Minas Gerais trabaja siete días a la semana para tratar de encontrar los cuerpos de las 22 personas que aún están desaparecidas desde que el 25 de enero los diques de contención del depósito de la mina Córrego do Feijão quebraron y más de 12 millones de metros cúbicos de residuos minerales y fango arrasaron con todo lo que encontraron a su paso.
La ruptura del embalse en Brumadinho ocurrió cuando docenas de empleados mineros de Vale disfrutaban la hora del almuerzo, en un refectorio que estaba en la ruta del barro.
El alud de lodo tóxico contaminó al río Paraopeba, uno de los afluentes del São Francisco, que baña cinco estados y suministra agua a regiones muy desérticas y empobrecidas.
Actualmente, unos 150 agentes rastrean diariamente en los 10 millones de metros cúbicos de desechos mineros vertidos en el área.
El teniente Herman Ameno explicó que no existe una fecha límite para concluir el trabajo de búsqueda de víctimas.
Según autoridades, entre las principales áreas de búsqueda se encuentran las más húmedas, que están cortadas por vías fluviales.
Con la ayuda de unas 150 máquinas pesadas, los equipos mueven el lodo a otros espacios y secan el material en un intento por encontrar más víctimas.
Desde la ruptura de los diques, las familias de las víctimas y los residentes de Brumadinho se han reunido todos los días en la ciudad para honrar a los muertos y responsabilizar a los culpables de la tragedia.
La empresa minera Vale, propietaria del embalse, enfrenta por esa desventura una severa presión pública y algunos políticos e inspectores solicitan un caso criminal.
Aún no han sido definidas las causas de la tragedia, pero la principal línea de investigación es la acumulación anormal de agua y la falla en el sistema de drenaje de la represa. (Fuente:PL)
