Managua, 16 sep (RHC) En Nicaragua funcionan más de siete mil Comisiones de Reconciliación, Justicia y Paz, estructura diseñada para ayudar a la sociedad del país a superar los efectos del intento de golpe de Estado de abril del 2018.
Las comisiones tienen como misión fomentar una cultura de diálogo, entendimiento, convivencia pacífica, armónica entre los nicaragüenses, para así desarrollar una armonía social, explicó a Prensa Latina el diputado a la Asamblea Nacional (parlamento) por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Carlos Emilio López.
Logrado eso, agregó, podremos como sociedad disfrutar la restitución de derechos que vive el país desde el 2007, cuando el FSLN regresa al poder.
Entonces, manifestó el parlamentario, iniciamos un proceso donde los derechos constitucionales se convierten en hechos, y no como durante los gobiernos neoliberales, donde los derechos constitucionales de los nicaragüenses estaban solo en el papel.
'No se reconocían los derechos sociales, económicos, políticos, culturales, ambientales, los derechos de los pueblos originarios y afrodescendientes, del campesinado, la niñez, las mujeres, las personas con discapacidad, etc.', recordó.
Una vez el sandinismo retoma el poder se convirtió en una prioridad del nuevo gobierno el tema de los derechos constitucionales, y se trazan una seria de políticas para hacerlos valer en la práctica.
Se trata, recuerda López, de un modelo político que restituye y hace valer los derechos, que tiene al ser humano como centro de una sociedad que hasta hacía poco se regía por los dictados del mercado y las grandes empresas, y que grupos adversos apoyados por sectores minoritarios trataron de subvertir.
'La intentona golpista no solo buscó desplazar a la actual administración del estado, sino también a ese modelo de gestión política, económica y social, quisieron trastocar ese sistema de gobierno, pero no lo lograron, en cambio si fragmentaron las relaciones sociales', acotó el parlamentario sandinista.
Como resultado de la ola de violencia asociada al intento de golpe, apuntó, las familias quedaron divididas, unos respaldando al gobierno, y los menos apoyando las posturas antidemocráticas.
'Hay muchas heridas, los vínculos humanos a todos los niveles quedaron fragmentados, muy dañados por sentimientos encontrados, quedó resentimiento, dolor, odio, duelo, etc', afirmó López.
Aquellos sucesos dejaron, según cifras de la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz, un saldo de 253 muertos, dos mil 18 heridos, y pérdidas económicas superiores a los mil millones de dólares.
Las comisiones, aclaró, surgen por una parte para consolidar esa integración social que se venía construyendo desde el 2007, 'también para contribuir a reparar, restablecer, a reconectar los vínculos humanos dañados por la ola de violencia golpista', sostuvo el militante del FSLN.
Claramente tenemos dos modelos enfrentados, advirtió, uno que apuesta por la discordia y el fratricidio, y las comisiones que promueven la paz, el entendimiento, el sentido de nación por sobre intereses personales o de grupos.
'Las comisiones son espacios para la acción social, a las que pueden pertenecer todos los nicaragüenses sin distinción de ideología, religión, clase social, etc. lo único necesario es ser amantes de la paz, querer aportar a su construcción', enfatizó.
(Prensa Latina)
