Washington, 28 oct (RHC) Las calles de Chicago se llenaron de manifestantes en contra de la primera visita del presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, quienes expresan su descontento con la gestión de su mandatario.
Los participantes en las movilizaciones se congregaron en diferentes lugares de la tercera mayor ciudad del país, pero la principal concentración se registró cerca del Trump International Hotel and Tower, donde asistió esta tarde a una recaudación de fondos para su campaña de reelección.
Imágenes difundidas por medios de prensa y redes sociales mostraron a los presentes en la protesta con carteles que pedían la realización de un juicio político contra el jefe de la Casa Blanca y su destitución.
Otras pancartas incluyeron mensajes como “No eres bienvenido aquí”, “Saquemos a Trump, el peor presidente de la historia”, “Trump es una desgracia internacional”, “Despierta, Estados Unidos”, y “Salvemos a al planeta, la nación y la democracia”.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atacó al superintendente de la Policía de Chicago, Eddie Johnson, durante su primera visita como mandatario a la tercera mayor ciudad del país.
El jefe de la Casa Blanca, quien con frecuencia ha atacado a esa urbe alegando su nivel de crímenes y una presunta condición de santuario para inmigrantes indocumentados, intervino este lunes en la conferencia anual de la Asociación Internacional de Jefes de Policía.
Si bien Johnson ha participado en la cita que comenzó el pasado sábado y concluirá mañana, anunció en un comunicado que no estaría presente en el discurso del mandatario republicano, porque sentía que los valores de la gente de Chicago son más importantes que cualquier cosa que él tenga que decir.
Al anunciar su decisión la semana pasada de no asistirá a la alocución de Trump, el superintendente condenó en particular al mandatario por sus posturas raciales y sus acciones contra los inmigrantes indocumentados.
Trump, quien lleva a cabo una fuerte ofensiva contra la inmigración, tanto ilegal como legal, calificó a Chicago como la peor ciudad santuario del país y citó la negativa del Departamento de Policía local a colaborar con las autoridades migratorias.
Chicago protege a los delincuentes a un nivel que pocos podrían imaginar, sostuvo el jefe de la Casa Blanca, quien suele criminalizar a los inmigrantes en sus ataques contra las personas que se encuentran de forma irregular en Estados Unidos.
