Caracas, 11 nov (RHC) El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, condenó la injerencia en Bolivia del mandatario estadounidense Donald Trump, y las amenazas proferidas contra el gobierno venezolano y el de Nicaragua.

Trump celebró este lunes la asonada golpista cívico-militar perpetrada contra el jefe de Estado boliviano Evo Morales, al calificar el hecho como “un momento significativo para la democracia en el hemisferio occidental”, a pesar de tratarse del derrocamiento de un dignatario electo democráticamente.

El gobernante norteamericano dijo en un comunicado aplaudir al pueblo y al Ejército de Bolivia, sin mencionar las denuncias sobre numerosas acciones de violencia opositora, y añadió que tales eventos envían una fuerte señal a Venezuela y Nicaragua, a cuyos gobiernos calificó de ilegítimos.

“Esta emboscada (contra Evo Morales) se montó desde el imperialismo norteamericano y hoy sacan la cara a decir que vienen contra Venezuela y Nicaragua”, subrayó Maduro en reunión sostenida en el Palacio de Miraflores (sede del Ejecutivo) con autoridades regionales y municipales.

“Vamos a dar la pelea por la paz, por la patria, por la soberanía de Venezuela; la victoria nos pertenece y lo demostraremos en las calles en unión cívico-militar”, subrayó el presidente de la República Bolivariana.

Aseveró que Venezuela está decidida a ser libre, soberana, independiente y a construir su propio modelo político, económico y social sin interferencias del imperialismo estadounidense.

Maduro reiteró el rechazo al rol de la Organización de Estados Americanos en lo sucedido con el mandatario boliviano, al señalar que la comisión enviada por ese organismo tenía como objetivo completar el plan de desconocimiento de las elecciones para acelerar la violencia opositora.

Aseguró que ahora comenzará una nueva etapa de lucha del proceso revolucionario en Bolivia, al destacar la resistencia y el rechazo de los sectores populares de ese país sudamericano al golpe de Estado fraguado por la derecha opositora, con apoyo de sectores policiales y militares.

Ante la ola de violencia desatada por grupos de la extrema derecha, unido al amotinamiento de la Policía y la postura de las Fuerzas Armadas que le “sugirieron renunciar”, Morales anunció la víspera su dimisión para coadyuvar al cese de ataques contra sus partidarios y miembros de su Gobierno.

Igualmente, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, manifestó que la Fuerza Armada Nacional Boliviariana (FANB) rechaza el golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia y llamó a detener la violencia.

En su cuenta en la red social Twitter, el ministro rechazó enérgicamente lo que está sucediendo en ese país.

'Hacemos un llamado a detener la violencia fascista, la persecución a personas, medios de comunicación y el asedio a sedes diplomáticas. La fuerza pública debe proteger al pueblo', señala el mensaje.

De igual forma varias fuerzas políticas, dirigentes, constituyentes, movimientos sociales e intelectuales del país se ha pronunciado indistintamente de forma oficial o a través de las redes sociales para apoyar a Morales, rechazar la violencia y denunciar el papel de Estados Unidos y las oligarquías en el golpe.

Para muchos analistas y politólogos lo que sucede en Bolivia es muy similar al guion que pretendió aplicar la derecha venezolana en el país, lo cual fue derrocado gracias a la unión cívico-militar, considerada una de las fortalezas del proceso revolucionario.

Este lunes el presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, anunció un conjunto de movilizaciones a lo largo de todo el territorio nacional y advirtió a la oposición que el Gobierno y el pueblo venezolano no permitirán que hechos como esos se den aquí.