Bruselas, 21 nov (RHC) Eurodiputados de izquierda criticaron la actuación de la Unión Europea (UE) en Libia, en medio de protestas por el manejo del flujo migratorio desde países africanos, con guerras y hambruna, hacia el denominado viejo continente.
“Los Estados miembros de la UE ayudaron a destruir Libia. Luego militarizamos nuestras fronteras para repeler a sus refugiados. Ahora brindamos ayuda a la “guardia costera” de Libia para arrastrarlos de regreso a los campamentos en la costa norteafricana. Tanto por los “valores europeos”, expresó la política irlandesa Clare Daly.
En una audiencia en la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento, denunciaron abusos cometidos por las milicias y guardacostas libios contra migrantes y refugiados rescatados, incluido en centros de detención.
No obstante, el secretario general adjunto del Servicio de Acción Exterior de la UE, Pedro Serrano, negó la cooperación con las milicias y defendió que el bloque comunitario trata de controlar “el máximo posible” a los guardacostas libios que entrena.
Serrano calificó la situación de tragedia humana, “peor que en 2015” cuando más de un millón de personas, en su mayoría de Asia, África y Medio Oriente, arribaron a Europa en huida de los conflictos armados y el hambre.
De acuerdo con el alto funcionario, los guardacostas libios devolvieron a siete mil 600 personas en lo que va de año, mientras cerca de 700 perdieron la vida en la ruta central del mar Mediterráneo (Libia e Italia/Malta), conforme a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Recientemente, el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica condenó que la derecha europea impidió la aprobación de una resolución a favor de la búsqueda y rescate de migrantes en ese mar.
Asimismo pidió a la Comisión Europea que revise la cooperación con Libia y la suspenda hasta que haya claras garantías de derechos humanos.
La situación es especialmente alarmante para más de tres mil 300 migrantes, entre ellos, niños y mujeres embarazadas, advirtió la OIM, tras el recrudecimiento de la violencia en abril en Trípoli.
Dividida de facto en tres administraciones y con presencia de varias milicias armadas, Libia se encuentra inmersa en el caos y la guerra civil desde el derrocamiento del Gobierno de Muamar Gadafi y su asesinato en 2011, en los que participaron Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.