Ginebra, 2 dic (RHC) Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) revela que unos 430 000 menores en Ucrania viven con secuelas psicológicas, derivadas del conflicto armado en ese del país.
El trauma emocional de crecer en condiciones de peligro prolongado, provoca que los menores requieran asistencia sicológica permanente, añade el texto.
Desde el comienzo de la crisis, más de 750 centros de enseñanza fueron destruidos o dañados y solo este año se contabilizan en 36 ataques contra colegios, según el informe.
Por otra parte dos millones de personas corren el riesgo de morir o sufrir heridas por minas terrestres y restos explosivos de la guerra.
La directora general de Unicef para Europa y Asia Central, Afshan Khan, declaró que la organización se compromete a aplicar medidas para garantizar la protección de los niños y el pleno cumplimiento de la Declaración sobre Escuelas Seguras.
El documento es un compromiso político intergubernamental aprobado durante una conferencia internacional celebrada en Oslo, Noruega, en mayo de 2015.
Su objetivo es ofrecer apoyo político para la protección de los estudiantes, maestros y escuelas durante un conflicto armado y tiene como fundamento la importancia mantener los procesos educativos bajo esas condiciones.
Los infantes que conocí en el este de Ucrania tienen esperanzas y sueños, como todos los niños, pero sufrieron mucho, viviendo en un peligro constante durante cinco años, añadió Khan en el comunicado.
Kiev lleva a cabo desde 2014 una operación contra las milicias en Donbás, al este del país, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en una cumbre realizada en febrero de 2015, sentaron las bases para la solución política del conflicto, pero aún no cesa la violencia en este país con un saldo estimado de 13 mil muertos según la Organización de Naciones Unidas.