Moscú, 27 feb (RHC) El presidente Recep Tayyip Erdogan puso en duda la realización de una cumbre programada en Estambul el próximo 5 de marzo entre Turquía, Rusia, Francia y Alemania sobre Idleb.

Después de remitirse al portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien descartó por ahora un encuentro de ese tipo, la vocera de la Cancillería María Zajárova afirmó que si hablamos de cuestiones bilaterales, entonces deben resolverse en un formato entre dos estados, comentó.

Para eso, se realizan consultas en Turquía entre especialistas de diferentes instituciones que, creo, durarán varios días, declaró la vocera de la Cancillería, en referencia a los encuentros a partir de ayer entre funcionarios políticos, diplomáticos y militares de Moscú y Ankara.

Con respecto a la inclusión de otros países, especialmente, aquellos que no han desempeñado un papel decisivo en la situación sobre el terreno, surge la pregunta de por qué es necesaria dicha inclusión, subrayó la funcionaria.

Estamos listos y abiertos a diversas iniciativas, pero deben explicarse de alguna manera, afirmó Zajárova en respuesta a una pregunta de Prensa Latina sobre si fue posible analizar la propuesta de Erdogan en las consultas que comenzaron ayer sobre la citada provincia siria.

Necesitamos entender por qué debemos contar con nuevos formatos, cuál es la ventaja de hacer eso, declaró la funcionaria rusa, en medio de información sobre un cada vez mayor involucramiento de tropas turcas en el apoyo a grupos extremistas en Idleb, al enfrentarse al ejército sirio.

Medios de prensa locales comentaron que existen informaciones sobre un supuesto ataque de tropas turcas contra la aviación rusa y las tropas sirias, luego que la víspera, en un enfrentamiento en Idleb perecieron dos militares turcos.

El mando sirio denuncia que en muchas ocasiones, los grupos terroristas lanzan ataques contra sus posiciones y después se refugian detrás de las fuerzas turcas que a su vez atacan con armamentos pesados y de precisión al ejército del país levantino.

De acuerdo con el memorando rubricado en 2018 en Sochi por Erdogan y su similar ruso, Vladimir Putin, en Idleb se debió pactar el fin de los combates, crearse una zona desmilitarizada, una separación de fuerzas y una delimitación entre grupos moderados y claros elementos terroristas.

Mientras el embajador Bashar Al Jaafari también rechazó la postura sesgada del Consejo de Seguridad de la ONU cuando se abordan los problemas del Medio Oriente y cómo reportes de organismos de Naciones Unidas están basado en fuentes poco confiables.

Al respecto, mencionó que algunas agencias de ONU insisten en catalogar como grupos no estatales o de oposición a los que en realidad son organizaciones terroristas que operan en Idlib.

Siria condenó una vez más en el Consejo de Seguridad la presencia extranjera ilegal turca, británica, francesa y estadounidense, y pidió que se detengan las agresiones de Israel.

Asimismo, continuó Al Jaafari, Turquía debe acabar con su ofensiva en territorio sirio y con otras acciones que atentan contra la población civil, como la interrupción del abastecimiento de agua en poblaciones del noreste de mi país.

El embajador demandó que se deje de impedir el retorno de los refugiados sirios, y de quienes fueron desplazados por la ofensiva turca y de los terroristas.

Al Jaafari ofreció detalles sobre los esfuerzos de Damasco, la Media Luna Roja y socios de la ONU para entregar ayuda humanitaria, asunto que es distorsionado en este Consejo de Seguridad, dijo.

Por su parte, el embajador ruso, Vassily Nebenzia, señaló que el Gobierno sirio aumenta la capacidad para la ayuda humanitaria, así como el número de misiones dirigidas a prestar asistencia.

A su juicio, la única solución a largo plazo para la situación en Idlib es la expulsión difinita y irreversible de todos los terroristas, porque solo esto pondrá fin a las matanzas, secuestros, detenciones y ejecuciones públicas realizados por los extremistas.