París, 5 abr (RHC) Francia entró este domingo en el vigésimo día de la cuarentena decretada para frenar la propagación de la Covid-19, enfermedad que pudiera estar cerca del pico epidémico.
"Estamos acercándonos al pico de la epidemia en las regiones más golpeadas. Seguiremos con mucha atención la evolución de los próximos tres o cuatro días, en los que veremos el impacto del confinamiento, pero no podemos descuidarnos", aseguró el director general de Salud, Jérome Salomon, en su actualización diaria sobre el brote.
De acuerdo con el experto, se aprecian señales alentadoras, que deben asumirse con cautela, entre ellas una reducción importante en la cantidad de fallecidos, 441 en el informe de ayer, después de reportarse 588 y 471 en los días previos, y un rápido incremento de los curados, quienes ascienden a 15 mil 438.
El director ejecutivo de Asistencia Pública de los Hospitales de París, Martin Hirsch, fue más enérgico en su llamado a respetar la limitación de movimiento, la cual cumplirá el 15 de abril su segundo período de dos semanas.
Por su parte, la policía reforzó por orden del ministro del Interior, Christophe Castaner, los controles en las rutas que suelen emplearse para los viajes vacacionales, mientras varias instalaciones de recreo reiteraron que sus puertas están cerradas.
Algunos funcionarios, en particular el prefecto policial de París, Didier Lallement, se excedieron en su reclamo a los franceses de respetar el confinamiento, al declarar que los enfermos graves en los hospitales son los que violaron la cuarentena en sus inicios, una postura de la cual tuvo que retractarse asediado por las críticas.
Claro que la polémica es mucho mayor por otros temas, como la disponibilidad y el uso de las máscaras de protección, o por la ausencia, hasta hace muy poco, de los datos de contagiados y fallecidos en los centros médico-sociales, sobre todo los hogares de ancianos.
Profesionales de la salud y ciudadanos rechazan la falta de máscaras en hospitales y otros lugares, al punto de presentarse demandas ante la justicia, acusando al gobierno de mala gestión.
El ministro de Salud, Olivier Véran prometió soluciones, a partir de la producción nacional y de la importación de mil millones de estos medios de protección, al tiempo que el presidente, Emmanuel Macron, opinaba que el momento de la rendición de cuentas vendría después, y que ahora correspondía al del trabajo unido.
La postura oficial acerca de la cuestión del empleo de las máscaras evolucionó ante las críticas, pasando de estimar que solo la necesitaban los profesionales de la salud y los enfermos a sugerir su uso generalizado, aunque preservando los medios especializados para los que estén en la primera línea de combate contra la Covid-19.
El gobierno también fue llevado contra las cuerdas por no reportar en sus informes diarios el impacto de la epidemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2 fuera del ámbito hospitalario, pese a que en los hogares de ancianos y otras instalaciones sociales los casos superan los 20 mil y los decesos los dos mil.
Salomon comenzó el jueves a incorporarlos en sus comparecencias, lo que disparó las cifras en Francia hasta casi 90 mil contagios y siete mil 560 víctimas fatales, uno de los países más azotados en la actualidad por la Covid-19.
Entrando en la cuarta semana de la cuarentena, muchos empiezan a ver su fin más cerca, aunque las autoridades insisten en que pudiera faltar no poco esfuerzo por realizar, y el primer ministro Edouard Philippe adelantó que el desconfinamiento sería progresivo. (Fuente: Prensa Latina)