Beijing, 27 jun (RHC) China calificó de injerencista y exigió invalidar la aprobación en el Senado de Estados Unidos de una ley que propone represalias en caso de presuntas violaciones a la democracia y derechos humanos en Hong Kong.
A través de su embajada en Washington, la nación asiática manifestó firme oposición a esa norma porque contempla restricciones de visas a sus funcionarios, congelación de activos y sanciones económicas contra importantes instituciones gubernamentales.
Según denunció, para dar ese paso la Casa Blanca usa como pretexto la decisión de Beijing de formular una legislación que busca reforzar la seguridad nacional en la llamada Perla del Oriente, fortalecer su sistema legal, afianzar la prosperidad y estabilidad socioeconómica.
La embajada recordó que el fundamento de la soberanía de China sobre la región administrativa especial está recogido en la Carta Magna nacional y la Ley Básica, como se denomina el texto constitutivo de dicho territorio.
'Nadie posee derechos legales para hacer comentarios irresponsables respecto a los asuntos de Hong Kong citando la Declaración Conjunta sino-británica', indicó, al acotar que desde 1997 prescribieron las obligaciones de Reino Unido sobre la excolonia.
Defendió el procesamiento a quienes participaron en protestas ilegales desde el año pasado y el rol de las oficinas de enlace del Consejo de Estado (Gabinete) allí y en la vecina Macao.
Finalmente, la misión diplomática exigió a Estados Unidos dar marchar atrás a su legislación, advirtió del efecto contraproducente para sus propios intereses y ratificó la determinación de China a proteger su soberanía, seguridad y planes de desarrollo.
La administración del presidente Donald Trump amenazó con su norma luego que el pasado 28 de mayo la Asamblea Popular Nacional (parlamento) del gigante asiático allanó el camino hacia la ley de seguridad nacional en Hong Kong.
El mandatario también ordenó el inicio del proceso para eliminar el estatus especial 'como un territorio de viajes y aduanas separado', o sea, cambiar los acuerdos bilaterales que permiten suprimir visados, mantener una moneda indexada al dólar y políticas favorables a los negocios, aranceles y protecciones mercantiles.
Para Hong Kong significaría recibir el mismo trato que el resto de China continental en esas áreas de comercio, inversión e inmigración y, en consecuencia, perder muchas ventajas que le permitieron convertirse en un centro financiero de clase mundial como Londres y Nueva York.
Con la ley de seguridad nacional Beijing se plantea neutralizar la organización y ejecución de actos de terrorismo, secesión, subversión del poder del Estado y de intromisión foránea.
Según las autoridades, dicha norma busca afianzar la efectiva implementación de la política Un país, dos sistemas; garantizará mejores condiciones para el desarrollo y no afectará los derechos y libertades de la población, la autonomía de la zona o los intereses de los inversores extranjeros en concordancia con la ley.
Se espera quede totalmente lista en los próximos días y una vez aprobada se incluirá en el Anexo III de la Ley Básica sin necesitar el visto bueno del Consejo Legislativo local.
(Fuente:PL)