Santiago de Chile, 6 ago (RHC) En medio de tensiones en la región de La Araucanía, la Compañía de Jesús en Chile pidió al gobierno abrirse al diálogo con el pueblo Mapuche y contribuir a detener la violencia hacia esa etnia.

En una carta, esa orden religiosa llamó que se establezca una 'comprensión profunda de la problemática que se vive en la región de La Araucanía, y se busque salidas auténticas y genuinas para quienes han sufrido marginación, usurpación de sus tierras y falta de reconocimiento legal'.

La misiva señala además que 'la violencia del Estado es el signo más claro de la ausencia de voluntad política para resolver los problemas de fondo de este Pueblo, como son sus derechos a la autodeterminación, el reconocimiento de su cultura y tradiciones, a su lengua, territorios, y otros'.

En medio de las tensiones que se acentuaron desde la semana pasada, este jueves carabineros desalojaron a un grupo de mapuches que la víspera ocuparon la alcaldía de Tirúa, en la región de Bío Bío, en respaldo a las demandas de 27 presos políticos mapuches que mantienen una prolongada huelga de hambre.

Entre los detenidos durante esa acción policial se encontraba el pastor jesuita Carlos Bresciani, quien acudió hasta esa municipalidad al llamado de los comuneros ante el inminente desalojo y la amenaza de uso desproporcionado de la fuerza.

Tras ser puesto en libertad, Bresciani denunció en declaraciones a Radio Bío Bío, la violencia de la acción de los efectivos policiales, que sin mediar argumento alguno 'llegaron y me tiraron al suelo y me detuvieron, y detuvieron a los otros dos dirigentes'.

El sacerdote jesuita argumentó que la tensión que se vive en La Araucanía y la provincia de Arauco, en el Bío Bío, se debe a la 'irresponsabilidad del Gobierno de no buscar salidas políticas a las demandas mapuches' y advirtió que mientras se siga reprimiendo, la situación se irá agudizando.

Expresó que las movilizaciones de las comunidades mapuches con la toma de alcaldías de las últimas semanas son responsabilidad absoluta del Gobierno, que ha desoído los llamados desde hace meses de los voceros de los presos políticos para buscar una salida política a esta situación.

Resaltó que esa solución se enmarca dentro de lo establecido por el Convenio 169 de la Organización Mundial del Trabajo, que entre otros temas se refiere a las condiciones carcelarias de los presos, y del cual el Estado de Chile es signatario, pero no lo ha cumplido.(Fuente:PL)