Buenos Aires, 25 ago (RHC) Ataviados con sus impecables uniformes blancos, los médicos argentinos Hugo Saidon y Esteban Sotelo, portan con orgullo el emblema de graduarse en Cuba y poder salvar vidas como lo hacen hoy en Haití.
Ambos galenos partieron el sábado último desde el aeropuerto de Buenos Aires como parte de una misión humanitaria de los Cascos Blancos, organismo dependiente de la cancillería de Argentina.
Saidon y Sotelo llevan tatuados en sus vidas esas enseñanzas de una medicina humanista y solidaria, adquirida en sus años de estudio en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), que ponen una vez más en práctica en una nación duramente castigada por un terremoto.
Desde su llegada a suelo haitiano no han parado un momento. Junto a sus otros 23 compatriotas que conforman la brigada humanitaria, ya se encuentran brindando atención médica en la comuna de Corail, en el departamento de Grand'Anse, donde esta nación austral emplazó un hospital con nivel de atención tipo 1.
La misión humanitaria está encabezada por la presidenta de Cascos Blancos, Marina Cardelli, y desplegó en Corail un Equipo Médico con servicios de atención ambulatoria de emergencia, pediatría, clínica médica general, obstetricia y traumatología.
No hay tiempo que perder. Haití hoy necesita de todos, pues una vez más la caprichosa naturaleza vuelve a pasarle factura a un pueblo que llora a más de dos mil compatriotas fallecidos en el terremoto de 7,2 en la escala richter que removió a esa isla el pasado 14 de agosto.
En sus agitadas horas, vía whatsapp, Saidon y Sotelo hicieron una breve pausa para contar como viven esta experiencia.
'Seguimos el legado que Cuba nos dió. Patria es humanidad', subrayó en un mensaje a Prensa Latina Sotelo, quien vivió una emoción doble al llegar a un hospital y conocer que su director también se había graduado en Cuba. 'Tremenda alegría nuestra al enterarnos', dijo.
'Estamos en Haití en esta misión de Cascos Blancos. Somos 24 voluntarios, entre ellos nueve médicos, dos nos graduamos en la ELAM', explicó por su parte Saidon, quien señaló que a ese pueblo hermano llegaron con los principios de la solidaridad internacional y el humanismo con el cual se formaron en la escuela internacional de medicina, que ha acogido en estos últimos 22 años a estudiantes de 122 países.
La solidaridad y el humanismo son compartidos por los demás galenos que están hoy acá, manifestó Saidon, quien también se mostró emocionado de haberse encontrado en esta nueva misión con sus hermanos de las brigadas médicas cubanas que en las últimas dos décadas han estado salvando vidas en Haití.
Nosotros nos sentimos un poco cubanos y encontrarnos con nuestros colegas es maravilloso, expresó el galeno tras añadir que esperan en estos 20 días de trabajo en suelo haitiano, ayudar en todo lo posible.
(PL)