San Salvador, 16 sep (RHC) Miles de salvadoreños salieron a las calles contra la reelección del presidente Nayib Bukele y las políticas de su Gobierno.
En el marco de las manifestaciones celebradas para conmemorar los 200 años de independencia de la corona española en los países centroamericanos, los salvadoreños asistieron el miércoles a unas multitudinarias protestas, organizadas por la sociedad civil, para expresar su descontento por la concentración del poder en el Ejecutivo, las medidas económicas como el cambio de la moneda de curso legal en Bitcóin, el alto endeudamiento, las negociaciones del Gobierno y las pandillas, la reelección presidencial y la destitución de jueces.
Los manifestantes pegaron carteles contra el Bitcóin y Bukele en los cajeros instalados por el Gobierno recientemente y prendieron fuego, junto con el inmobiliario, uno ubicado en la plaza Gerardo Barrios, en San Salvador, la capital.
Miembros de las comunidades indígenas y jueces del país, las organizaciones estudiantiles y colectivos feministas también participaron en las marchas que tuvieron lugar en el mismo día en el que el Gobierno anunció su decisión de presentar en la Asamblea Legislativa un amplio pliego de reformas a la Constitución.
La polémica creció en El Salvador después de que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) emitiera un fallo en el que habilita que el presidente en ejercicio pueda competir por su reelección, con lo que Nayib Bukele podría buscar un segundo período en 2024.
Los magistrados que reinterpretaron la Constitución fueron nombrados el pasado primero de mayo por el presidente, luego de que la Asamblea Legislativa oficialista destituyera a los cinco magistrados que la conformaban.
La decisión vino como la gota que colmó el vaso de la paciencia de los ciudadanos, pues consideran la medida como la consolidación de una dictadura. La oposición, por su parte, denuncia que el oficialismo ni siquiera quiso seguir sus aspiraciones a través de reformas constitucionales.
Lo que les preocupa a los organismos internacionales de derechos humanos no es que un presidente busque la reelección, sino que es la conducta de un mandatario que, según afirman, está debilitando la separación de poderes en el país centroamericano.
(HispanTV)