Imagen / Infobae
Bogotá, 18 jun (RHC) La justicia colombiana condenó a 23 años y seis meses de presión a cuatro de los asesinos confesos del fiscal paraguayo antimafia Marcelo Pecci, tras aceptar los cargos imputados por la Fiscalía.
Un juez de la ciudad colombiana de Cartagena calificó de los cargos de homicidio y portación ilegal de armas a Wendret Carrillo, Eiverson Zabaleta, Marisol Londoño y Cristian Camilo Monsalve Londoño, al tiempo que Francisco Luis Correa, a quien la Fiscalía considera articulador del asesinato, se declaró inocente, según informa el ente acusador.
El Gobierno colombiano dio a conocer el arresto de estos cinco sospechosos del asesinato el pasado 6 de junio en Medellín, la segunda ciudad más grande del país y ubicada al noreste.
A Pecci lo asesinaron el 10 de mayo, mientras estaba de luna de miel en la isla de Barú, cercana a la ciudad caribeña de Cartagena. Los sicarios lo asesinaron mientras se trasladaban en una mota acuática cuando Pecci estaba en la playa de un hotel de la isla.
A partir de los testimonios se determinó que Carrillo fue el que disparó contra Pecci, Zabaleta se encargó del transporte y la logística, Marisol Londoño y su hijo Monsalve Londoño estuvieron vinculados en el seguimiento que se realizó al fiscal antes del hecho y dando información sobre sus movimientos.
Actualmente, la Policía continúa en la búsqueda de un supuesto sexto autor material más, de nombre Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza, quien sería el conductor de la moto acuática el día del asesinato y por quien han emitido una circular azul e Interpol, ante la posibilidad de que haya huido del país, probablemente hacia Venezuela, su país de origen.
Hasta el momento no hay información de los autores intelectuales del hecho, de los que los ejecutores recibieron 530.000 dólares, pese a que las autoridades de Colombia resaltan que ellos pudieran estar en otro país o en cualquier lugar del mundo.
Pecci era destacado en el trabajo contra las Mafias de Paraguay. De acuerdo con los informes de la Policía paraguaya, citados por el director de la Policía de Colombia, general Jorge Luis Vargas, ya existía una negociación por parte del grupo criminal brasileño Primero Comando da Capital (PCC), “para que fuera cometido ese homicidio en Paraguay”, pero al no ocurrir, se determinó que fuera consumado en cualquier sitio del mundo. (Fuente/Telesur)
