Los descontentos creen que McCarthy cedió con demasiada facilidad a las demandas de reducción del déficit de los republicanos.
Washington, 9 jun (RHC) El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy (en la foto), busca romper el estancamiento en esa instancia legislativa, provocado por conservadores descontentos tras el acuerdo de deuda alcanzado con la Casa Blanca.
Varios republicanos abandonaron Washington el jueves enojados y con la advertencia de que podrían transcurrir semanas, o tal vez más tiempo, para que la Cámara Baja vuelva a funcionar, señaló un reporte del diario The Hill.
Los conservadores están furiosos con la forma en la que McCarthy manejó las negociaciones del techo de la deuda el mes pasado con el primer mandatario del país, Joe Biden, y creen que su representante cedió con demasiada facilidad a las demandas de reducción del déficit de los republicanos.
En venganza, relató el medio, 11 agitadores, la mayoría de ellos miembros del Freedom Caucus, de extrema derecha, desafiaron la tradición y se opusieron a una moción de procedimiento el pasado martes, bloqueando cuatro proyectos de ley de mensajes republicanos para que no llegaran al pleno durante esta semana.
La Cámara Baja prevé votar nuevamente el lunes venidero, pero cuando esa instancia entró en receso el jueves, algunos de los inconformes señalaron que el bloqueo continuará, añadió The Hill.
El representante Brian Fitzpatrick, un aliado de McCarthy que copreside el Caucus bipartidista de solucionadores de problemas, expresó que el tema se resolverá.
“De una forma u otra, se va a romper. Quiero decir, no vamos a cerrar la Cámara por dos años, eso es seguro”, dijo.
Sin embargo, también sugirió que el punto muerto podría extenderse hasta bien entrado el mes en curso.
Los líderes republicanos se vieron obligados a cancelar las votaciones sobre cuatro propuestas durante tres días esta semana, pero todos eran proyectos sin posibilidad de ser considerados en el Senado liderado por los demócratas, valoró el reporte.
Sin embargo, políticamente, perder el control del pleno es un desastre para los líderes republicanos de esa instancia, estimó.
Además, ahondó, plantea nuevas preguntas sobre la capacidad de McCarthy para mantener unida a su conferencia y liderar el partido que se dirige a batallas de alto riesgo más adelante, sobre todo en la financiación del gobierno para evitar un cierre. (Fuente:PL)