Madrid, 6 ene (RHC) Los intentos del presidente del Ejecutivo en funciones Mariano Rajoy de formar una gran coalición y garantizar la gobernabilidad de España emergen como una misión imposible ante el rechazo de los principales partidos de la oposición.

 Rajoy, líder del conservador Partido Popular (PP), insistió la víspera en la necesidad de una alianza con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Ciudadanos (centroderecha), a pesar del rechazo recibido tras las elecciones generales del 20 de diciembre, señala Prensa latina.

 En esos comicios, el PP, en el poder desde 2011, obtuvo 123 escaños en el Congreso de Diputados, 63 menos que cuatro años atrás y lejos de los 176 que marcan la mayoría absoluta para garantizar la aprobación de importantes leyes en la Cámara baja.

 Detrás quedaron el PSOE, con 90 asientos, y la agrupación emergente de centroizquierda Podemos, con 69 diputados, obligando a los populares a negociar su permanencia o la abstención de los socialistas para seguir conduciendo los destinos de este país.

 A una semana de la constitución del Parlamento, el jefe del Ejecutivo saliente renovó su propuesta de un gran pacto con el PSOE y Ciudadanos (40 escaños) para cerrar el paso a la inestabilidad que, según su criterio, encarna Podemos.

 Sin embargo, Rajoy volvió a tropezar con el rechazo de los socialistas, negados a apoyar su continuidad y favorables a una alianza con Podemos, por ahora imposible debido a que esta última fuerza exige como condición la celebración de un referendo de autodeterminación en Cataluña.

 El presidente en funciones opinó que al PP y al PSOE, las dos formaciones tradicionales que desde 1982 se alternan en el poder, les une lo fundamental: la soberanía nacional, la pertenencia a la Unión Europea y la política exterior.

 Son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan, enfatizó el político conservador, quien apostó por empezar a acostumbrarse a los gobiernos de coalición como el resto de Europa, tras el descalabro del bipartidismo español en los pasados comicios.

 Pese a la negativa de los socialistas y de Podemos -convertida en la tercera fuerza política- a respaldar su continuidad, Rajoy afirmó que se presentará a la investidura incluso sin tener garantizados los votos necesarios para su reelección.

 El máximo dirigente de los populares deberá en principio intentar la investidura durante el mes de enero tras la primera sesión parlamentaria prevista para el día 13 y una vez el rey Felipe VI le encargue la formación de un gobierno.

 Ante este complejo e inédito escenario, lo único claro que aparece es la decisión de los principales partidos de bloquear un ejecutivo encabezado por la derecha y respetar el resultado de las urnas, donde los españoles castigaron tres décadas de bipartidismo.