Damasco, 8 ene (RHC) El Gobierno sirio, en coordinación con la Media Luna Roja Arabe, autorizó la entrada de ayuda humanitaria de Naciones Unidas a la localidad de Madaya, ubicada a algo más de 50 kilómetros al noreste de Damasco.

 Las informaciones añadieron que un comunicado de la ONU precisó que los suministros fueron también aprobados para las cercanas Al Fuah y Kefraya, refiere Prensa Latina.

 Esta es la segunda ocasión en que ocurre tal procedimiento, reconocido por el organismo internacional y que coordinan con la Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja siria.

 En octubre del 2015, al menos 10 camiones con asistencia entraron en los mencionados poblados, cuando se aseguró por esas instituciones que los alimentos y medicamentos durarían meses.

 Tales acciones han sido posible por un acuerdo de alto el fuego entre grupos armados y el Ejército sirio en esos lugares, en los cuales, de acuerdo con datos de las autoridades de Damasco, se refugian cerca de 24 mil personas.

 Sin embargo, la creciente y continua manipulación de la realidad siria por parte de diversos medios internacionales han creado confusión e incertidumbre en la opinión pública mundial.

 Es cierto que la situación allí es difícil y compleja pero la causa principal radica en la insensatez en el accionar de los grupos armados como los llamados Ejército del Levante y Al Nousra, vinculados a Al Qaeda y respaldados desde el exterior.

 Una fuente militar confirmó a Prensa Latina que dichos grupos toman a civiles como rehenes, manipulan los cargamentos, los utilizan en beneficio propio y luego los venden a precios exorbitantes a los pobladores.

 La campaña internacional de Occidente contra Siria trata de dañar la imagen del Gobierno de Damasco, de El Líbano y de las fuerzas que como Hizbolá facilitan los acceso de abastecimiento.

 A Madaya, precisó, concurrieron miles de desplazados de la cercana Zabadani, luego de masacrar a quienes velaban por la seguridad de la zona y retener a los civiles como rehenes para sus continuadas fechorías.

 De acuerdo con estimados oficiales, los terroristas en Madaya alcanzan una cifra cercana a los 600 hombres, pero entre ellos hay discrepancias porque una parte estaría de acuerdo en negociar un alto el fuego y posibilitar su traslado a otras regiones.

 No dejan salir a los civiles porque saben que serían liquidados y lo que hacen es chantajear y provocar campañas propagandísticas en contra de la actitud y el proceder del Gobierno y las Fuerzas Armadas sirias, coincidieron en señalar a Prensa Latina testigos de la situación.