Caracas, 23 feb (RHC) Movimientos sociales, intelectuales y activistas comunitarios de varios países defendieron en Venezuela la necesidad de continuar desarrollando la integración latinoamericana ante los ataques de la derecha en el continente.

Durante un conversatorio en Caracas sobre la cooperación entre los pueblos, destacó Fernando Prieto, integrante del Movimiento Popular Patria Grande de Argentina, que para los gobiernos progresistas de la región son importantes las enseñanzas del fallecido presidente Hugo Chávez y el líder de la revolución cubana, Fidel Castro.

También consideró Fernando Prieto que las organizaciones sociales deben promover una cultura revolucionaria para rebasar viejas dependencias a los poderes transnacionales, en especial la influencia de Estados Unidos sobre la región, y promover la unidad y la participación real de los ciudadanos.

Asimismo, alertó sobre la ofensiva de la derecha en Argentina y Venezuela, y advirtió que la posible derrota del referendo para la reelección de Evo Morales en Bolivia podría debilitar el movimiento progresista en la Latinoamérica.

Mientras el embajador venezolano ante Naciones Unidas, Rafael Ramírez, abogó por mayores esfuerzos y recursos de la organización para garantizar la paz en escenarios de post-conflicto.

Debemos actualizar los mecanismos de la ONU para la consolidación de la paz, en aras de que no sean rígidos y lleven a lograr una paz duradera y evitar recaídas en países que tratan de superar crisis, precisó en un debate abierto sobre el tema en el Consejo de Seguridad, órgano presidido este mes por Venezuela.

Entre las medidas consideradas por el diplomático en el foro estuvieron la necesidad de mayor representatividad y de sintonía con los contextos políticos nacionales durante los procesos de acuerdos de paz, mediación, redacción de constituciones y celebración de comicios.

También urge un acompañamiento permanente de la ONU, porque vemos casos que sugieren una desinversión cuando se retiran los cascos azules y las misiones políticas, advirtió.

De acuerdo con Ramírez, esto no debe seguir ocurriendo, por su impacto en los países afectados. Naciones Unidas dedica poca atención y recursos a la consolidación de la paz, insistió.

El embajador de Venezuela mencionó cifras que ilustran su postura: los presupuestos para ayuda humanitaria alcanzan los 24 mil 500 millones de dólares anuales y los de operaciones de mantenimiento de la paz ocho mil millones, mientras los de consolidación apenas cuentan con 100 millones, a repartir entre 22 Estados.

En su intervención en el debate abierto, Ramírez también llamó la atención por el papel del Consejo de Seguridad.

Vemos que a veces hay predilección por aplicar el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, sobre acciones en caso de amenazas a la paz, en lugar de la prevención, expuso.

Según el diplomático, el foro de hoy busca aportar elementos a los esfuerzos de la ONU por modernizar su arquitectura de la paz.