Madrid, 2 mar (RHC) El Congreso de los Diputados de España rechazó la investidura como jefe de Gobierno del líder del PSOE, Partido Socialista Obrero Español, Pedro Sánchez, al no conseguir el respaldo de la mayoría absoluta en la Cámara baja.

Sánchez obtuvo solo 130 votos a favor, de los 176 requeridos para ser investido en la primera vuelta, por lo que deberá someterse el próximo viernes a una segunda votación, en la cual sólo necesitaría más votos de apoyo que en contra.

No obstante, es probable que el secretario general del PSOE tampoco logre vencer, pues solo cuenta con el respaldo de su partido y de la agrupación de centroderecha Ciudadanos, con la cual firmó un acuerdo, impugnado por fuerzas de izquierda como Podemos, Izquierda Unida y Comprimís.

Al respecto, el portavoz de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados, Alberto Garzón, pidió a Pedro Sánchez retomar las negociaciones con las fuerzas progresistas para propiciar un cambio real en España, y advirtió que no es posible llevar a cabo una agenda social de izquierda con postulados neoliberales como los defendidos por Ciudadanos.

Mientras el presidente del Gobierno en funciones Mariano Rajoy descalificó el acuerdo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con la agrupación de centroderecha Ciudadanos para intentar constituir un ejecutivo alternativo al Partido Popular (PP).

Durante su intervención en el debate de investidura de Pedro Sánchez, candidato a la presidencia y secretario general del PSOE, Rajoy arremetió contra éste por tratar de encabezar un nuevo gobierno que calificó de improvisado y ficticio.

El también líder del PP se refirió a la falta de apoyos con la que Sánchez se someterá este miércoles a la confianza del Congreso de los Diputados, pues apenas cuenta con los 90 escaños socialistas y los 40 de Ciudadanos (C's), cuando necesita como mínimo 176 votos, es decir, la mayoría absoluta.

Rajoy, que en las elecciones generales de diciembre consiguió 123 bancas en la Cámara baja, lejos de las 176 establecidas para garantizar la reelección, reivindicó la labor de su administración en estos cuatro años para, según su criterio, sacar a España de la crisis.

Anticipó que votará en contra de la candidatura de Sánchez al Palacio de la Moncloa (sede gubernamental), luego de considerar su programa una contrarreforma de las políticas económicas de la pasada legislatura.

Acusó al aspirante socialista de perder un mes "representando una comedia", desde que el rey Felipe VI delegó en el PSOE la misión de intentar formar gobierno, en su condición de segunda fuerza política, tras el paso al costado de Rajoy por carecer del apoyo imprescindible.

También el líder de Podemos, Pablo Iglesias, acusó a su par del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, de capitular ante la oligarquía y los poderes fácticos financieros al pactar con la derecha un acuerdo de gobierno.

En su estreno en el Congreso de los Diputados, tras convertirse en las elecciones generales de diciembre en la tercera fuerza política de este país, con 69 escaños, Iglesias aludió en duros términos a la alianza sellada entre el PSOE y el centroderechista Ciudadanos (C's).

El secretario general de Podemos recriminó a Sánchez que se decantara finalmente por ese trato, que, denunció, es la antesala de la gran coalición PSOE-PP-C's sugerida por el jefe del Ejecutivo en funciones y del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy.

Recomendó al secretario general de los socialistas, quien se somete hoy a la primera votación de su investidura, no fiarse del acuerdo con la "naranja mecánica", en referencia al color que identifica a Ciudadanos, el cual, alertó, es la primera entrega del plan para llegar a la asociación exigida por Rajoy.

Iglesias también le pidió desconfiar del presidente de C's, Albert Rivera, a quien describió como un socio muy hábil y el verdadero triunfador de esta sesión de investidura a costa del PSOE, pues, según su criterio, no dudará en entregarle al PP en cuanto tenga la primera oportunidad.

En su discurso, el dirigente del partido antiausteridad respondió así a las palabras pronunciadas la víspera por Sánchez, que le reprochó no sumarse al entendimiento con Ciudadanos para constituir un gobierno "reformista y de progreso".

Al respecto, reclamó al candidato al Palacio de la Moncloa (sede gubernamental) una rectificación y tratar a Podemos como socio con el que se comparten responsabilidades, tras recordar la negociación al mismo tiempo del PSOE con Ciudadanos y las agrupaciones de izquierda.

"No hay en nuestra dignidad ni en nuestra firmeza ningún ánimo de revancha. Nuestra lealtad será igual de firme si rectifican ustedes y se ponen de acuerdo con nosotros", porque el tiempo del bipartidismo se terminó en España, enfatizó el joven profesor universitario.

A su juicio, el país hoy pudiera tener un verdadero ejecutivo del cambio con Izquierda Unida, Podemos y sus confluencias territoriales en Galicia, Cataluña y Valencia, que incluso, aseguró, tendría más respaldo en la Cámara baja que una alianza PSOE-C's.

Pero usted señor Sánchez prefirió escuchar la voz de los poderosos, aquellos que nunca rinden cuenta de sus acciones, y optó por ese "mestizaje ideológico" al cual se refirió ayer para justificar su capitulación y tapar el pacto con Rivera, enfatizó.

Tras emplazarlo a desobedecer a las oligarquías, que temen el cambio verdadero en España, y a los cantos de sirena que lo llevarán al naufragio, Iglesias volvió a tender la mano al aspirante al sillón de la Moncloa para negociar un programa y un gobierno progresista real.

El líder de Podemos tuvo también palabras muy duras para el Partido Popular, al señalar que muchos de sus miembros eran hijos políticos del totalitarismo.

Dirigiéndose a Rajoy, indicó que el PP es el partido que hizo de la corrupción y la injusticia una manera de gobernar, y rememoró que siete de los fundadores de la agrupación conservadora fueron ministros de la dictadura del general Francisco Franco.

Ustedes, en alusión a los populares, han sido arrogantes con los débiles y serviles con los poderosos y son los principales responsables de que la corrupción y la injusticia se hayan convertido en la mayor vergüenza de España, sentenció.