La Habana, 4 mar (RHC) El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue trasladado este viernes a la sede de la Policía Federal en Congonhas para ser interrogarlo en la última fase de la investigación del caso de corrupción y lavado de dinero de la petrolera estatal Petrobras, informan medios de prensa.

Lula fue conducido en las primeras horas de la mañana a prestar declaración, pero de momento no será detenido, dijo el servicio de noticias Brasil 247, según el cual la nueva etapa de la operación anticorrupción, conocida como Lava Jato, contempla acciones en domicilios del exmandatario y de su hijo Fabio Luiz, así como en el Instituto Lula, en Sao Paulo.

 En 2015 la presidenta brasileña Dilma Rousseff y su predecesor fueron exculpados de toda responsabilidad en el caso de corrupción de la petrolera.

El exmandatario ha negado las acusaciones de corrupción y en su informe final la comisión parlamentaria que investigaba el caso afirmó que no había prueba alguna que los involucrase.

En un reciente artículo, el exministro de Ciencia y Tecnología Roberto Amaral advirtió sobre la clara intención que existe en el país de destruir, a cualquier precio, al último líder popular.

 La historia no se repite, pero salta a los ojos la semejanza entre el odio que se construyó contra (los exmandatarios Getulio) Vargas y (Juscelino) Kubistchek y el que la prensa casi al unísono destila, alimenta y propaga contra Lula.

 Ahora -acotó- no se adula a las Fuerzas Armadas, sino a agentes policiales sin comando, fiscales sin límites y un juez con inédita jurisdicción nacional.

 Condenado como corrupto por la prensa, como Vargas y Kubitschek, Lula es execrado públicamente para que su prestigio decline y se aparte de las elecciones del 2018, como candidato o como elector influyente, señaló Amaral. (Agencias)