La Habana, 10 abr (RHC) El presidente de Bolivia, Evo Morales, reiteró este domingo su solidaridad el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, la actual mandataria, Dilma Rousseff, y la ex líder de Argentina Cristina Kirchner, quienes están sometidos a un feroz ataque mediático y judicial.
Durante la inauguración de la sede de la Federación Única de Tarija y en ocasión del aniversario de ese departamento, Morales recordó que la mayor cantidad de golpes de Estado en Suramérica ocurrieron en Bolivia.
Eso se explica, precisó, por la abundancia de recursos naturales en este país donde en algunos lugares el petróleo brota del suelo, pero ahora (la derecha orientada por Estados Unidos) aplican otras modalidades como el golpe parlamentario y judicial.
Así están haciendo ahora con el compañero Lula, con Dilma, como hicieron antes con Fernando Lugo en Paraguay que lo sacaron mediante un golpe parlamentario con cualquier pretexto, y quieren impugnar a Cristina por supuestas sospechas de enriquecimiento.
Pretenden, denunció, que vuelva entonces la derecha para seguir entregando los recursos nacionales de esos países a las transnacionales e impedir que los gobiernos progresistas realicen transformaciones pacíficas en democracia en esos países vecinos.
A partir del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos, Movimiento al Socialismo, al llegar democráticamente al gobierno en Bolivia, dijo, comenzamos a nacionalizar, recuperar nuestras empresas públicas y recursos naturales para cambiar la situación económica.
Ese fue un punto de partida importante para la liberación económica, comenzando por la nacionalización de los hidrocarburos que es fruto de la lucha del pueblo, pues antes cuando esos recursos estaban en manos de transnacionales sus ganancias iban al extranjero.
Y, agregó Morales, cuando habían rebeliones democráticas venía el golpe de Estado, civiles o militares, para que los imperios de turno siguieran robando y saqueando nuestros recursos naturales, acompañado muchas veces del genocidio al movimiento indígena.
Ahora, especialmente en Suramérica, estas revoluciones democráticas, con presidentes y gobiernos progresistas, ya son imparables, afirmó el primer jefe de Estado indígena boliviano.
Lo que hacen desde el imperio norteamericano es intentar debilitar a esos gobiernos mediante campañas mediáticas, golpes parlamentarios o judiciales, pues ya los militares no se prestan a realizar golpes de Estado como era habitual antes en la región, enfatizó. (PL)
