Quito, 27 abr (RHC) Los presidentes de Bolivia y Perú, Evo Morales y Ollanta Humala, respectivamente, tienen previsto llegar hoy a Ecuador con sendos cargamentos de ayuda humanitaria para los damnificados por el terremoto del pasado día 16.
De acuerdo con la Secretaría de Comunicación de la Presidencia ecuatoriana, Morales aterrizará en el aeropuerto de la ciudad costera de Manta al filo del mediodía de este miércoles, mientras que su homólogo peruano lo hará a las 15:00 hora local.
Ambos dignatarios serán recibidos por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien luego les mostrará, por separado, algunas de las zonas afectadas por el sismo de 7,8 grados en la escala de Richter en la provincia de Manabí, y que dejó hasta el momento 659 muertos, 40 desaparecidos, más de 17 mil heridos y casi 30 mil personas sin hogar.
La ayuda humanitaria de Morales y Humala se sumará a la que trajo personalmente el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el domingo pasado.
Otros países como Venezuela y Cuba también fueron de los primeros de la región en brindar apoyo humanitario con rescatistas, personal médico, alimentos y vituallas.
La magnitud de la catástrofe, considerada la peor que sufre Ecuador en los últimos 67 años, movilizó además la solidaridad de otras naciones allende los mares, entre ellas China, cuyo gobierno donó dos millones de dólares para los damnificados.
A los aportes hechos por el gigante asiático y las empresas chinas que operan en Ecuador se agregará este miércoles otro cargamento de suministros que llegará al aeropuerto internacional de Quito procedente de Beijing.
La víspera, el gobierno ecuatoriano anunció la creación de Comité de Reconstrucción que se encargará de articular los ejes de atención a los damnificados, y que estará integrado por los ministerios coordinadores, las autoridades locales y el sector privado.
Según el presidente Rafael Correa, la recuperación de las zonas afectadas tomará meses, quizás años, y costará por lo menos tres mil millones de dólares, una cifra prohibitiva para un país que atraviesa por dificultades económicas como resultado de la caída del precio del petróleo y de la apreciación del dólar estadounidense.
