La Habana, 12 abr (RHC) Hacia una planificación más flexible, menos centralizada y más participativa debe encaminarse la economía cubana, dijo Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación, en el análisis del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, en la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional, que contó con la presencia del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Durante su intervención, Gil Fernández aseguró que dicha planificación depende de un programa que, si bien cuenta con indicadores bien definidos y objetivos concretos, se actualizará sistemáticamente en dependencia del contexto nacional e internacional.
Alejandro Gil explicó detalladamente a los diputados la importancia de los sectores estratégicos para la economía cubana, los cuales representan hoy el 90 % del aumento de las exportaciones del país de cara al 2030. En cuanto a la sustitución de importaciones, aportan el 65 % del incremento total, evidenciándose en el desarrollo y dinamismo que requiere el país hacia lo interno, además de la conexión necesaria con la reducción de la dependencia de mercados externos y el aumento de la competitividad, la productividad y la eficiencia.
El Ministro de Economía y Planificación señaló que hay que incrementar la búsqueda de soluciones en la producción nacional, exportar más, priorizar los encadenamientos productivos, sustituir importaciones y, sobre todo, planificar y usar bien los recursos de que disponemos.
El Presidente Miguel Díaz-Canel insistió en valorar adecuadamente las condiciones que limitan el desarrollo económico a partir del entorno nacional e internacional, que genera tensiones y obstaculiza el cumplimiento de lo planificado.
Debemos poder «enunciar hasta dónde queremos llegar en correspondencia con lo planificado –dijo Díaz-Canel–, lo cual debe estar acompañado por los recursos financieros necesitados para los ciclos productivos y la generación de ingresos».
El mandatario mencionó la previsión realista de los financiamientos a partir de la hostilidad imperial en los momentos actuales, que no descansa en derrocar a la Revolución, buscando ahogar el desempeño económico del país.
Exhortó a diseñar planes desde la base, teniendo en cuenta todas las potencialidades de las empresas y los encadenamientos productivos, con una mayor participación de los trabajadores, partiendo de que el principal problema del país es la falta de recursos financieros.
(Granma)