Foto: Archivo/RHC.
La Habana, 1 sep (RHC) Septiembre muestra la mayor frecuencia de formación de ciclones tropicales en nuestra área geográfica de interés, conformada por el Atlántico tropical, el golfo de México y el mar Caribe, principalmente durante su primera quincena.
Como plantean especialistas del Centro del Clima del Instituto de Meteorología, la mayoría de los organismos ciclónicos del noveno mes del calendario se originan en aguas del Atlántico tropical, entre las costas de África y el arco de las Antillas Menores.
De manera general, los que surgen en esta zona tienden a moverse con trayectorias próximas al oeste y el oestenoroeste durante varios días (similares a las de agosto), penetrando algunos en el Caribe oriental, mientras otros pasan por encima y cerca del grupo norte de las Antillas Menores.
Aunque con menos probabilidad, ya en los días finales del mes pueden formarse también en el mar Caribe occidental.
Para Cuba en particular, septiembre constituye históricamente el segundo mes más peligroso de la temporada en lo referido al azote de ciclones tropicales, superado solo por octubre.
En la relación de huracanes de septiembre que dejaron su huella destructora sobre nuestro archipiélago, figura el que, procedente de las Bahamas orientales, hizo un giro sorpresivo hacia el oestesuroeste y penetró en el territorio nacional por un punto cercano a Caibarién el día 4 de 1888, cruzando toda la región occidental hasta salir al mar al día siguiente, por el extremo oeste de Pinar del Río.
Según el profesor Luis Enrique Ramos Guadalupe, coordinador de la comisión de Historia de la Sociedad Meteorológica de Cuba (Sometcuba), este sistema ocasionó severas inundaciones costeras en el norte de las actuales provincias de Villa Clara, Matanzas y La Habana, estimándose en alrededor de 600 el número probable de fallecidos.
Asimismo, vale mencionar el intenso huracán del 9 de septiembre de 1919, que alcanzó celebridad al provocar el hundimiento, en el Estrecho de la Florida, del vapor español Valbanera, con más de 400 pasajeros a bordo, que días antes había partido de Santiago de Cuba con destino a La Habana.
Varios tramos del muro del Malecón quedaron destruidos por el impacto de las fuertes marejadas. Reportes de prensa de la época refieren que en algunos puntos de la ciudad aledaños al litoral, las aguas marinas avanzaron más de 600 metros.
También resalta el fortísimo huracán de 1933, que si bien empezó a castigar la franja costera norte del centro del país al final de la noche del 31 de agosto, los impactos más notables sobre ese litoral de las actuales provincias de Matanzas y La Habana ocurrieron el 1ro. de septiembre.
Más cerca en el tiempo figuran los casos de los huracanes Georges en 1998, Isidore en 2002, Iván en 2004 y el Ike, en 2008, cuya trayectoria afectó a casi toda Cuba. (Fuente: Granma)