Fue el 16 de junio de 1959 en esta capital, cuando nació el primer medio alternativo del continente frente a los grandes monopolios de la información.

Surgió como una necesidad para transmitir la verdad de lo que ocurría en Cuba en momentos de una feroz campaña de mentiras para deslegitimar a la Revolución que transformaba la isla y la convertía en paradigma para otros pueblos del mundo.

Irrumpió como voz independiente y propia de Nuestra América, según la consideró el líder histórico cubano Fidel Castro, que alentó su creación junto al comandante Ernesto Che Guevara, el periodista argentino Ricardo Massetti y otros colegas latinoamericanos y de la isla.

Eran días de gran peligro para Cuba y Prensa Latina denunciaría pronto los aprestos de invasión mercenaria a Cuba, que se concretó en abril de 1961 por Bahía de Cochinos, en el sur de la isla.

Entonces la agencia estadounidense Associated Press (AP) daba cuenta de un exitoso desembarco de los invasores en el inexistente puerto de Bayamo, ciudad oriental apenas surcada por un río. Era como hoy, la batalla entre la verdad y la mentira.

Para la época AP y United Press International (UPI) suministraban el 100 por ciento de las noticias, sesgadas contra Cuba, a los medios de América Latina.

No es casual que PL, como se le conoció desde sus inicios, emprendiera un camino propio en el que enfrentó obstáculos, amenazas, peligros y asedios, como los vividos por sus corresponsales durante el golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende en Chile, en septiembre de 1973.

Las gestas contra el colonialismo, la guerra de Vietnam, el triunfo sandinista en Nicaragua, los conflictos en el Medio Oriente, entre otros hitos de la historia contemporánea, tuvieron a PL como se identificó en sus orígenes, en la primera línea informativa.

Prensa Latina resultó en estas décadas voz de los oprimidos, de las luchas sociales, de las causas y victorias populares; denuncia de las injusticias, de las agresiones imperiales, de los aprestos neocoloniales.

Se trata de una visión antihegemónica y emancipadora que persiste, a despecho de los intentos por silenciarla y los escollos que impone el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, donde tiene su sede, y que se extiende a otros países donde tiene más de 30 corresponsalías.

A tono con los tiempos presentes, Prensa Latina ofrece una amplia cobertura a la coyuntura sanitaria internacional provocada por la Covid-19, incluidos los avances de la ciencia cubana y los ensayos con candidatos vacunales que pretenden conseguir la inmunización de la población en la isla y de otras latitudes.

Sesenta y dos años después de su nacimiento, se confirma como medio alternativo y al propio tiempo organización consolidada, multimediática, incluida casa editorial, en crecimiento y con amplio reconocimiento internacional, que se expresa en acuerdos con cerca de un centenar de agencias y medios de todos los continentes.

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En junio de 1959 sus enemigos le presagiaban corta vida. Se equivocaron.