Carlos Martín Beristain.
La Paz, 21 ene (RHC) El investigador español sobre derechos humanos, Carlos Martín Beristain, calificó este domingo en Bolivia de sumamente injusto y criticable la inclusión de Cuba en una lista unilateral de países patrocinadores del terrorismo.
Autor de más de una decena de libros sobre el tema, Martín declaró a Prensa Latina que “incluir a Cuba en esa lista unilateral es sumamente injusto y criticable en relación con el Gobierno de Estados Unidos y el Ejecutivo del expresidente colombiano Iván Duque (2018-2022)”.
Integrante de la Comisión de la Verdad de Colombia y testigo de las conversaciones de paz en La Habana entre representantes gubernamentales y de las Fuerzas Armadas Colombianas-Ejército del Pueblo (FARC-EP), el doctor en psicología social criticó la postura de Duque.
“Ese listado es parte de lo que cambió y se volvió a reactivar con la postura del gobierno del exmandatario Duque; paradójicamente, se trata de un país que se benefició del apoyo que dio Cuba a las conversaciones de paz, a las que asistí”, dijo en entrevista exclusiva concedida a esta agencia de noticias a punto de partir hacia Europa.
“Duque indujo que en ese listado unilateral el nombre de Cuba se volviera a reactivar, algo que no merece otro calificativo que intolerable”, reafirmó enfático.
Respecto al bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde hace más de seis décadas, opinó que quien sufre las consecuencias es la sociedad civil, sin las vacunas en los hospitales y sin otros recursos que necesita la población, “estas represalias constituyen una violación de los derechos humanos”, sostuvo.
Al referirse a la situación actual de la justicia en el mundo, subrayó que se trata de un momento clave en el cual toda la cultura de lucha por los derechos humanos está en un grave riesgo porque “parece que nombrar lo intolerable no convoca a la acción, conmociona lo que acontece en muchas partes del mundo como en Gaza, Palestina”.
Describió que allá prevalece una violencia generalizada y de lo que se debate es de genocidio, de crímenes de guerra, de lesa humanidad.
“Lo importante no es la cuestión del nombre, porque se trata de un crimen intolerable que debe detenerse ya -insistió Martín-, la que paga es la población de ese pedazo de Palestina, y tiene que haber una respuesta adecuada a lo que establece el Derecho Internacional Humanitario#”.
Precisó que no se trata de una investigación sobre lo que está pasando allá, sino es el derecho del pueblo palestino a existir, a un territorio y a construirse como Estado independiente.
“Vemos que en muchos lugares coincide la negación de las víctimas, lo cual pone en cuestión una conquista histórica de los pueblos, algo muy peligroso, porque cada vez las estructuras más autoritarias en lo político están ganando adeptos, votos, saben cómo controlar los medios de comunicación”, subrayó.
Indicó que, con todo eso, esos sectores toman más control político de países enteros; ese es un riesgo muy evidente, y muchos de los mecanismos creados internacionalmente como las Naciones Unidas, por ejemplo, se ven cuestionados, limitados, atacados directamente, sin que haya una capacidad de respuesta frente a muchas de esas cosas.
“Es un momento difícil que nos llama a todos y todas a defender esas conquistas y no dejarnos arrastrar por el autoritarismo y la violencia crecientes en muchos países”, concluyó el prestigioso intelectual.
También licenciado en Medicina y Cirugía y especialista en Educación para la Salud, Martín es un profundo conocedor de la realidad de Latinoamérica y el Caribe. Fue coordinador del Informe Guatemala Nunca Más (1994-1998) y asesor de las Comisiones de la Verdad de Paraguay, Perú y Ecuador, e integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes que intervino en las investigaciones internacionales sobre los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, México.
Recibió en 1998 el Premio León Felipe de Derechos Humanos (1998, Madrid), el Guernica de Derechos Humanos y Reconciliación (2015, País Vasco) y el René Cassin (2020), otorgado por el Gobierno vasco en reconocimiento por su labor en este terreno.