Foto de archivo
La Habana, 25 mar (RHC) Cuba evoca hoy el legado del líder estudiantil Julio Antonio Mella, considerado una de las figuras emblemáticas del proceso revolucionario en la primera mitad del siglo XX, al conmemorarse el aniversario 121 de su natalicio.
Nacido en La Habana, Mella desarrolló en su corta existencia una actividad política que lo convirtió en líder de talla internacional.
En 1923 organizó y dirigió el Primer Congreso Nacional de Estudiantes e inauguró la Universidad Popular José Martí, con el propósito de impartir instrucción política y académica a los trabajadores.
La Federación Estudiantil Universitaria, creada el 20 de diciembre de 1922, fue otro de sus espacios de defensa del país, y desde allí contribuyó a organizar al estudiantado en función de reformar la universidad, pero también unió fuerzas con el movimiento obrero para luchar contra la tiranía de Gerardo Machado (1925-1933).
La radicalización de su pensamiento y la identificación con las ideas comunistas lo llevaron a formar parte del grupo que el 16 de agosto de 1925 constituyó el primer Partido Comunista de Cuba, militancia que defendió hasta su muerte.
Por sus acciones y rebeldía fue expulsado de la Universidad de La Habana, detenido por las autoridades (en la cárcel se declara en huelga de hambre) y forzado al exilio, desde donde se vincula al movimiento internacional.
Después de recibir dos balazos en Ciudad de México, el 10 de enero de 1929, dijo como últimas palabras: “Machado me mandó a matar. Muero por la Revolución”, en referencia al dictador de turno en la entonces neocolonia cubana, Gerardo Machado.
El líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, lo consideró como «el cubano que más hizo en menos tiempo». (Fuente: Prensa Latina)