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Por Yudit Almeida Pérez*

Holguín, 30 ene (RHC) En julio de 2023, la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba dio un paso histórico al aprobar la Política Integral de Niñez, Adolescencias y Juventudes, un marco normativo que busca garantizar los derechos y el bienestar de las generaciones más jóvenes del país. Desde entonces, se conformó un grupo de trabajo encargado de elaborar el anteproyecto de Ley del Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes.

Este jueves, en el Complejo Educacional José Martí, de la oriental provincia de Holguín, se llevó a cabo un intercambio clave para la actualización y enriquecimiento de este importante proyecto legislativo.

El encuentro, que reunió a expertos, educadores, representantes de organizaciones juveniles y estudiantiles junto a autoridades de diversos organismos, busca intercambiar para conocer propuestas que permitan perfeccionar el anteproyecto de ley.

En la cita se enfatizó en la participación activa de los niños. jóvenes y adolescentes, ya que su voz es fundamental para asegurar que la normativa refleje sus necesidades, aspiraciones y realidades.

Beatriz Roque Moreno, directora Nacional de Educación Especial, al frente del intercambio, enfatizó la importancia de este código como una herramienta jurídica que no solo protege los derechos de niños, adolescentes y jóvenes, sino que también promueve su desarrollo integral en áreas como la educación, la salud, la cultura, el deporte y la participación ciudadana.

Durante el intercambio, se abordaron temas cruciales como la protección contra la violencia, el acceso a una educación de calidad, la inclusión social de grupos vulnerables, y el fomento de la participación juvenil en la toma de decisiones.

Los participantes coincidieron en la necesidad de que el código sea inclusivo, transversal y adaptado a los desafíos actuales, como el impacto de las tecnologías digitales y los cambios sociales y económicos.

Los participantes compartieron sus experiencias y expectativas, subrayando la importancia de que la ley no solo sea un documento normativo, sino también una guía práctica para la vida cotidiana de los jóvenes.

El proceso de elaboración del Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes es un ejemplo del enfoque participativo y democrático que caracteriza a la sociedad cubana. A través de consultas populares, talleres y encuentros como el realizado en Holguín, se busca garantizar que la ley sea el resultado de un consenso amplio y representativo.

Este código puede ser un referente no solo para Cuba, sino también para otros países de la región, demostrando que es posible construir un futuro mejor desde el presente, con la juventud como protagonista. El compromiso del gobierno cubano y la participación activa de la sociedad son pilares fundamentales para lograr este objetivo.