La Habana, 9 sep (RHC) El 2019 ha traído otro aporte del Centro de Inmunoensayo (CIE) a los servicios de salud cubanos, con la incorporación del disgnosticador para el TIR (tripsinógeno inmunorreactivo) neonatal, para el pesquisaje de la fibrosis quística en los recién nacidos.

El producto de la tecnología Suma, desarrollado por profesionales del CIE, permite identificar esa proteína producida por el páncreas que está relacionada con este padecimiento, de tal manera que hasta junio de este año se han podido estudiar 37 mil 746 neonatos, resalta el peródico Granma.

Con este diagnosticador ya son seis las enfermedades que se pesquisan en los recién nacidos cubanos, gracias a los productos del Centro de Inmunoensayo: hipotiroidismo congénito, fenilcetonuria, déficit de biotinidasa, hiperplasia adrenal congénita, galactosemia y fibrosis quística; lo cual se une a otros muchos aportes de esta institución, que constituye piedra angular en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades.

El CIE tiene la misión de garantizar las estrategias, tecnologías y reactivos necesarios para el pesquisaje activo integral de las principales causas de morbilidad en la población cubana, y en su lista de relevantes resultados durante sus 32 años –fue fundada el 7 de septiembre de 1987 por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz– destaca la tecnología Suma, 100 % cubana y desarrollada por esta institución.

Suma es «la base tecnológica de importantes programas de salud del Ministerio de Salud Pública, de los cuales se beneficia todo nuestro pueblo desde antes del nacimiento y hasta las últimas etapas de la vida», explicó a Granma la especialista Rebeca Sonia González Fernández, comunicadora del centro.

Cuba fue el segundo país del mundo con un programa completo de alfafetoproteína, también producto del CIE, para la detección de malformaciones del cierre del tubo neural, recordó la entrevistada, quien destacó que de 1982 a 2018 ello ha permitido que hayan sido pesquisadas 4 millones 705 mil 240 gestantes y detectadas más de nueve mil malformaciones.

Los diagnosticadores para la hiperplasia suprarrenal congénita, para el estudio de las gestantes y sus parejas en la búsqueda de VIH; para el cáncer de próstata; el Sumasohf, para la pesquisa del cáncer de colon, y para detectar proteínas en la orina, reveladoras de la enfermedad renal crónica, entre otros, se suman a los aportes de este importante centro científico.

Además, son responsables de la tecnología que está presente en el 100 % de las consultas de patología de cuello y otras consultas municipales de patologías benignas en todo el país; producen glucómetros y biosensores para el control de las personas con diabetes, equipos de electrocirugía para los salones de operaciones y espectrofotómetros vs 850 necesarios en los laboratorios clínicos.