Caracas, 8 feb (RHC) Atentos a la amenaza del virus del Zika, expandido peligrosamente por varios países latinoamericanos, los colaboradores cubanos en Venezuela extreman las medidas de protección para evitar el contagio, a la vez que contribuyen a promover entre la población las acciones de profilaxis y lucha contra el vector causante de la enfermedad.
En todas las residencias de los cooperantes, así como en las instituciones donde prestan sus servicios, se ha establecido un sistema de vigilancia epidemiológica estrecha que observa constantemente el estado de salud de cada misionero —sobre todo la temperatura corporal y la posible aparición de signos o síntomas asociados— y busca eliminar las condiciones de reproducción del mosquito Aedes aegypti, señala el diario Granma.
El uso de mosquiteros, sustancias repelentes, un vestuario adecuado y la aplicación de un riguroso autofocal, forman parte de las indicaciones emitidas por la dirección nacional de la Misión Médica Cubana para el cuidado de los colaboradores; cuyas viviendas y locales de trabajo son sometidos con mayor frecuencia a tratamientos adulticidas como la fumigación o la abatización de los reservorios de agua.
El doctor Mateo Cabrera, responsable para la higiene y la epidemiología de la Misión Médica Cubana, transmitió tranquilidad a los familiares en la Isla y aseguró a la prensa que en las casi 600 áreas de salud integral comunitaria, atendidas por cubanos en los 24 estados de la nación sudamericana, existen los recursos y condiciones necesarias para asistir con inmediatez a cualquier cooperante que presente un cuadro febril, síntomas o signos sospechosos del virus, o sea diagnosticado como enfermo.
“Existe, además, un flujo de información constante desde nuestro Ministerio en Cuba, que nos mantiene actualizados sobre la situación internacional de la progresión del virus, las distintas alertas emitidas por la Organización Mundial de la Salud, así como los planes de medidas que aquí nos encargamos de implementar al nivel de los colaboradores”, señaló Cabrera.
Informó que a la par del reforzamiento de las medidas de protección, los profesionales cubanos de la salud se suman a los esfuerzos nacionales por contener la expansión del zika entre la población venezolana, mediante la promoción de acciones sanitarias, la realización de pesquisas activas y la asistencia directa a los enfermos que acudan a sus instalaciones.
Estas pueden constatarse tanto en la atención primaria realizada diariamente en los consultorios médicos, como en las jornadas de trabajo comunitario integral que en los barrios pobres, nuevos urbanismos y otros asentamientos, moviliza grupos grandes de galenos y enfermeras que visitan las casas, y aprovechan esos espacios para educar a la familia en los hábitos sanitarios y de lucha antivectorial.