Por: Daniel Chavarría
Un provocador me interpeló sobre qué va a ser ahora de Cuba sin Fidel.
“Pregunta equivocada”, le dije, “que tiene su origen en la ilusión imperial de liquidar la Revolución”.
Nunca habrá Cuba sin Fidel, como tampoco hay Cuba sin Martí, y ninguna nación sin sus padres fundadores. Fidel está en nuestra existencia toda y en las enseñanzas y el ejemplo que nos legó. Por eso, millones de cubanos corean persuadidos: “Yo soy Fidel”
Y no sólo Cuba lo ama: su misión solidaria lo convirtió en un idolatrado líder mundial. Más de cien países lamentan su pérdida, y muchos mandatarios de diversas ideologías lo proclaman el más importante político del siglo XX.
Yo voy a solicitar en estos días a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, mi organización profesional, proponer a la UNESCO designarlo Patrimonio de la Humanidad.
(Tomado de La Pupila Insomne)