Por Pedro M. Otero Cabañas

El Sargento Pimienta y su estrafalaria banda del Club de Corazones Solitarios se disgregaron durante la tarde del jueves por La Habana, para reunir a cientos de personas de todas las generaciones en un concierto -homenaje en ocasión del 50 aniversario del multipremiado álbum de igual nombre, lanzado a la venta por el grupo británico de pop -rock The Beatles, el 1 de junio de 1967.

El escenario de la fiesta beatleriana fue el céntrico Parque John Lennon, donde una estatua del mítico líder de la banda descasa, sentado, desde el año 2 mil, en uno de los bancos del lugar.

El concierto por las 5 décadas del álbum convocó a bandas de rock, intérpretes y grupos musicales y de otros formatos, como la compañía infantil La Colmenita, con el único fin de cantar temas de los Beatles, en particular aquellos 13 que incluye  el disco  del Sargento Pimienta, un divertimiento colosal de los Beatles, que revolucionó el rock -pop y la industria discográfica.

Con esa producción, los cuatro músicos cambiaron la manera cómo venían funcionando hasta entonces. Era una suerte de magia transformadora que convertía al Sargento Pimienta y su banda en el Alter Ego de los Beatles.

El concierto del jueves demostró la perdurabilidad de la obra musical de los Beatles en un país, cuyas autoridades culturales no entendieron en su momento el mensaje de sus canciones ni siguieron la ruta del grupo en su activismo en favor del amor, de la paz y la amistad.

La jornada demostró también que en Cuba, la banda de Liverpool suma cada vez a más personas, en particular jóvenes que se identifican con el texto y la música de sus canciones, con la actitud que mantuvieron frente a la sociedad y con el comportamiento individual de sus miembros.

De ahí el agradecimiento por este concierto, que auspiciaron intérpretes, el ministerio cubano de cultura y otras instituciones en un justo reconocimiento a la obra  de los  cuatro beatles, a los que alugunos expertos consideran ya entre los más importantes músicos del siglo XX.