Por: María Rosa Del Sol Orue

Camaguey, 30 mar (RHC) Dicen que en la vida las metamorfosis deben ser como la de una mariposa, pues la oruga después de una larga espera encarna la más sorprendente de las transformaciones de la madre naturaleza.

Por ello, la cría y exhibición de esos insectos, sobre todo los de vida diurna- los cuales cumplen el importante rol de polinizadores de plantas y cultivos- resulta una de las atracciones más llamativas para todos los públicos a nivel mundial.

Emplazados mayormente en zoológicos, en el orbe existen alrededor de 80 mariposarios, y el primero se abrió en la década de 1970 en Inglaterra, si bien algunas referencias bibliográficas señalan que los pasos iniciales se dieron 10 años antes.

La mayor cantidad de estos se encuentran en el continente europeo y en Estados Unidos de América, pero Cuba cuenta desde 2015 con uno en el Jardín Quinta de los Molinos, en la ciudad capital, aunque esa experiencia se extenderá en el presente año a la provincia de Camagüey.

Ubicado en la periferia de la urbe agramontina, el Parque Botánico será el entorno ideal para la crianza y muestra de especies cubanas, a partir de la concreción de un proyecto de investigación, formulado hace dos años por especialistas de la Universidad de Camagüey (UC) Ignacio Agramonte Loynaz.

Enfocado en el manejo sostenible de mariposas diurnas en el Consejo Popular Julio Antonio Mella- al cual pertenece la citada instalación-,contará con un financiamiento de 50 mil dólares para su ejecución como parte del Programa de Pequeñas Donaciones y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Como despliegue de las acciones de educación ambiental, uno de los pilares fundamentales del proyecto, las escuelas de la comunidad se involucrarán niños mediante círculos de interés, por la importancia que reviste la protección de la biodiversidad biológica de la Mayor de las Antillas.

Una sala de vuelo, acondicionada con plantas hospederas y nectaríferas, y una fuente de agua para ese grupo de insectos, será uno los espacios del mariposario, donde también se exhibirán las pupas y los visitantes podrán conocer a través de carteles sobre las fases de su ciclo de vida, entre otros mensajes.

Otra área se dedicará a la siembra de esas primeras plantas y las segundas, que en su fase adulta utilizarán para libar, además de un laboratorio para la cría de mariposas.

Avellaneda será el nombre del mariposario, el cual fungirá igualmente como un centro cultural, pues se pretende intercambiar sobre los mitos y leyendas reflejados en obras de la literatura acerca del insecto, dentro de las labores educativas, comentó.

Por ser el primer espacio de formación de valores del individuo, la familia es otro de los públicos meta, sobre todo en la zona del Consejo Popular Julio Antonio Mella, al mismo tiempo que se contempla la participación activa de la Federación de Mujeres Cubanas, complemento del enfoque de género del proyecto.

La edificación de la obra, diseñada por especialistas de la Empresa de Proyectos de Ingeniería y Arquitectura de Camagüey (EPIA 11), comenzará a realizarse a partir de este calendario, y en el proyecto también intervendrá la Asociación Nacional de Agricultores P equeñosmediante la Cooperativa de Crédito y Servicios Renato Guitar, ubicada en la capital provincial.

Precisamente, dedicado al manejo sostenible de mariposas diurnas constituye el primero de investigación, desarrollo e innovación que implementará el citado Parque en su afán de alcanzar próximamente la condición de Jardín Botánico.

Actualmente alberga 12 zonas botánicas y, gracias al esfuerzo de varios especialistas, el Bambusetum-dedicado al bambú- es la más completa que tiene la instalación, con la presencia de cerca de 200 ejemplares de unas 24 especies de esa planta, de las 28 reconocidas y sembradas a lo largo y ancho del país.

A manera de un museo vivo funcionará desde su concreción, explicó Marisela Guerra Salcedo, profesora del Centro de Estudios de Gestión Ambiental de la Facultad de Ciencias Aplicadas de la UC, quien refirió que se incluirán primeramente seis especies de la fauna cubana, cifra que se prevé incrementar con el paso del tiempo. (Fuente: ACN)