Donald Trump y su peculiar diseño de gobierno

Eldonita de Maria Calvo
2017-01-25 11:37:49

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por Nicanor León Cotayo

Medios estadounidenses de prensa comentan que el nuevo presidente de Estados Unidos da pasos hacia adelante y hacia atrás.

En ese contexto inicial, la BBC de Londres formuló este miércoles una incómoda pregunta:

¿Por qué son tan polémicos los oleoductos Keystone XI y Dakota Access?

Ambos fueron vetados en 2015 por el gobierno de Barack Obama y ahora  Donald Trump los acaba de autorizar. Esto último sucedió a  48 horas de iniciarse la actividad del multimillonario-presidente en la Casa Blanca.

El objetivo es transportar petróleo desde la región canadiense de Alberta hasta el territorio estadounidense de Nebraska.

Asimismo, Trump dio luz verde a la edificación del oleoducto Dakota, que en 2016 suscitó  protestas  entre comunidades indígenas.

Llegaron a ser tan fuertes, que hasta el Ejército desvió exploraciones hacia otras rutas.

Voceros de esas comunidades argumentaron que defendían la calidad de sus aguas y la herencia cultural de su gente. Bajo el mandato de Obama fue rechazada la  construcción del gigantesco oleoducto Keystone XL.

En ambos casos, el  nuevo presidente puso como requisito que los proyectos se ejecuten  “utilizando acero estadounidense”.

"A partir de ahora vamos a comenzar a hacer oleoductos en Estados Unidos", dijo Trump.

Con anterioridad firmó un documento en el que exigió la utilización en ambas instalaciones  de materiales procedentes de su país.

"Vamos a renegociar algunos de los términos (del acuerdo). Y si les gustan, veremos si podemos conseguir que se construya ese oleoducto.

En cuanto al proyecto  Keystone XL aseguró a periodistas en la Casa Blanca que creará 28,000 puestos de trabajo. Cuando Obama rechazó  el Keystone HL, numerosos integrantes de grupos ambientalistas lo festejaron ante la Mansión Ejecutiva.

Respecto al segundo caso, Trump indicó: "Estará sometido a términos y condiciones negociadas por nosotros". El multimillonario presidente añadió que estas decisiones “pondrán a trabajar de nuevo a muchos trabajadores del sector metalúrgico".

¿Cuándo el hoy mandatario saliente “congeló” a Keystone XL?

En noviembre de 2015, momento en el que, según Obama, no favorecía los intereses nacionales de Estados Unidos. El ahora ex mandatario basó sus argumentos en que la obra no ayudaría a reducir los precios de la gasolina ni a crear empleos estables.

Aunque sí podría estropear el liderazgo del país en el combate al cambio climático.

El proyecto Dakota Access fue detenido en diciembre último, luego de numerosas protestas que sumaron a indígenas y grupos defensores del medio ambiente.

¿Motivo de aquella pequeña rebelión popular?

De acuerdo a sus líderes y asesores, la obra contaminaría las fuentes de sus aguas potables  y dañaría lugares sagrados donde están enterrados sus predecesores.

Voceros de ambientalistas sostienen que, luego de finalizadas las construcciones, dichos oleoductos sólo dejarán un puñado de puestos laborales a largo plazo.

En la polémica intervino entonces la jefa del grupo ambientalista Greenpeace, Annie Leonard:

"En lugar de impulsar afirmaciones falsas sobre los oleoductos como creadores de trabajo, Trump debería enfocar sus esfuerzos en el sector de la energía limpia, donde  reside el futuro de Estados Unidos".

Otra destacada personalidad, Michael Brune, director del Sierra Club, una de las organizaciones defensoras del medio ambiente más antigua del país, declaró por su parte:    

“Donald Trump lleva apenas cuatro días en el cargo y ya ha demostrado ser una amenaza para nuestro clima, tal como temíamos que sería”.

Grupos ambientalistas reiteraron la intención   de mantenerse opuestos a tales proyectos, igual que dijeron representantes de tribus indígenas.

Aún no está claro, afirmó la BBC de Londres, que esas dependencias fueron incluidas en las recientes órdenes ejecutivas de Trump.

Pero lo que sí está claro, añadió, es que “han servido para reactivar” la polémica sobre ambos planes.

Cabría añadir, en un ambiente humedecido tempranamente para detonar.

Fue en tal escenario que el multimillonario presidente seleccionó a su jefe de la CIA.

Una vez más, el hecho transmitió un mensaje claro y como para no dejar dudas.

Se nombra Mike Pompeo, de 53 años de edad, y quien ya fue confirmado por la Cámara Alta del Capitolio. La BBC lo describió este miércoles en Londres de la siguiente manera:

Un político de 53 años de edad, recibió 62 votos a favor y 32 en contra y este lunes juró el cargo para el que lo nominó Trump.

Pompeo es uno de los representantes de la “línea más dura del Partido Republicano”, con amplia experiencia en asuntos de inteligencia, seguridad nacional y militares.

¿Es peligroso que Donald Trump se rodee de militares para gobernar Estados Unidos?

Desde 2011 pertenece a la Cámara de Representantes por el estado de Kansas, donde era uno de los líderes de la facción ultraconservadora del Tea Party.

Un firme defensor  de mantener abierta la cárcel en su base naval de Guantánamo, Cuba.

Defendió a la CIA luego que en 2014 el Comité de Inteligencia del Senado presentó su informe sobre la tortura criticada por su violación de los derechos humanos.

“Estos hombres y mujeres no son torturadores, son patriotas”, dijo en su momento.

Solo una muestra de sus antecedentes generales.

Y otra de la imagen que diseña el nuevo Gobierno de los Estados Unidos.



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