por María Josefina Arce

La reorganización de la industria azucarera desarrollada en los últimos tiempos por el gobierno cubano comienza a dar sus frutos. Luego de años de bajo rendimiento, la actual zafra produjo hasta el momento más de un millón de toneladas de azúcar, la cifra más alta de las últimas 15 cosechas en similar fecha.

No obstante el incremento de la producción en comparación con campañas anteriores, las autoridades del sector afirman que aún queda un importante trecho para cumplir el plan de la presente temporada, de ahí la necesidad de elevar los resultados del corte y del aprovechamiento de las capacidades de molienda en los ingenios.

Se aspira a que la producción sea mayor, teniendo en cuenta que hay una mejor organización y preparación, condiciones normales del clima, suficiente disponibilidad de caña y un mayor nivel de corte mediante máquinas cosechadoras de elevado rendimiento, entre los principales factores.

El 96% de las áreas es cortado por combinadas cañeras y de ellas el 65% de la tarea diaria con modernos equipos, mientras la cantidad de macheteros es la menor desde el proceso de reestructuración de la agroindustria y está limitada a terrenos en las cuales las máquinas no pueden acceder.

De hecho al inicio en noviembre del pasado año de la presente zafra, un grupo de 27 centrales azucareros arrancó sus máquinas, un cifra que no se alcanzaba desde finales de los años 90 del siglo pasado, debido a la insuficiente materia prima para sus molidas.

En estos momentos en la presente contienda participan 54 ingenios, la mayor cantidad desde que se efectuó el proceso de reorganización de la agroindustria, necesario ante la caída de la producción de azúcar, que durante décadas fue uno de los principales rublos exportables del país y el motor impulsor de su economía.

De ahí que como parte de las medidas adoptadas por el gobierno para la modernización de la economía cubana, la reorganización de ese sector para aligerar costos y elevar la eficiencia haya sido una prioridad.

Con este fin se creó en 2011 el grupo empresarial AZCUBA, en sustitución del Ministerio del Azúcar, cuya estructura resultaba insostenible para la economía nacional.

Tras un riguroso análisis se evidenció que el 30% de las 178 entidades con que contaba el antiguo ministerio eran ineficientes, por lo que se determinó la creación de esta nueva organización empresarial que redujo la cifra a solo 26 entidades.

Incrementar las contribuciones de la agroindustria a la entrada de divisas al paìs, y facilitar su proceso de autofinaciamiento, sustituyendo importaciones es uno de los principales objetivos del grupo AZCUBA.

En la actualidad ya la industria cubana de los derivados de la caña de azúcar se encuentra en una etapa de renacimiento, con la reactivación de producciones que estaban paralizadas.

De acuerdo con el director general del Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar, Arodis Caballero, se trata de un momento en que se recupera gradualmente cada año la producción de azúcar y junto a ella la de alimento animal, energía eléctrica, alcohol, rones, tableros y otros rubros del sector.

Cuba trabaja arduamente por relanzar su industria azucarera y aunque aún falta mucho por avanzar, los resultados demuestran que es posible volver a conferirle a ese sector el papel que antaño desempeñó en la economía.