¿Por qué la arremetida terrorista contra Venezuela?

Eldonita de Bárbara Gómez
2017-05-01 20:02:20

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Foto: Colprensa/ Vanguardia Liberal

Por: Adán Chávez Frías

La conciencia del ser humano y la forma cómo afronta las situaciones, tiene que ver en importante medida con qué tanto conoce su historia. De allí que nuestro Comandante Eterno insistiera en que asumiéramos plena conciencia en conocer a profundidad de dónde venimos, para saber con certeza en qué momento histórico estamos y hacia dónde vamos.

No es una mera frase repetida muchas veces a lo largo de este proceso revolucionario, considero que ha sido y es, una clave fundamental para el despertar real de nuestro pueblo y para hacer frente a los recrudecidos y numerosos ataques imperiales golpistas e injerencistas que, en estos últimos días, se han transformado en verdadero terrorismo.

El pasado 18 de Abril, Nicolás Maduro, hijo de Chávez, hacía un recuento magistral de ese lado de la historia revolucionaria que hemos vivido, ese lado que ha estado impregnado de continuas embestidas por parte de la extrema derecha criolla e internacional, la cual no tiene otro propósito, sino el de intentar acabar de raíz con nuestro proyecto bolivariano y apoderarse de nuestros recursos naturales.

Nuestro Presidente Obrero, denunciaba el intento de otro atajo golpista por parte de la oposición, pero explicaba el porqué de esta versión extrema que nos ha llevado a registrar nuevamente (recordemos las 43 muertes de las guarimbas del 2014) lamentables pérdidas humanas, producto del terrorismo y el vandalismo desatado, una vez que estos voceros de la oposición venezolana llamaran a otra “salida” del presidente legítimamente electo por la mayoría del pueblo.

La primera de esas razones, Maduro la definió como la variable geopolítica, y se refiere a la recién instalada administración del empresario de derecha Donald Trump, como presidente de los Estados Unidos. “Han vuelto métodos extremistas, guerreristas”, decía Nicolás Maduro la noche del 18 de abril, dejando claro que aunque el periodo presidencial de Barack Obama fue igualmente nefasto para nuestro país, los antecedentes de extrema derecha que trae consigo Trump se asemejan, cuando menos, a la batalla librada por el Comandante Chávez durante la administración de George W. Bush.

Ambas administraciones (Bush y Trump) responden a una doctrina antagónica a la visión bolivariana (realmente todas las que hemos visto pasar por los EE.UU, pero estas dos con más crudeza). “Hay que entenderlo muy bien y hacerlo entender”, dijo Maduro.

Y es que se puede decir que hemos pasado por ciclos o etapas similares a lo largo de estos 18 años de revolución, por lo que es imposible dejar de recordar el golpe del año 2002, y la arremetida de los mismos personajes que hoy vemos, más decadentes que antes, pero los mismos, haciendo los mismos llamados al odio, a la violencia, al golpe de estado,  a buscar por “los caminos verdes” el derrumbe del Gobierno Bolivariano.

Ese factor o razón geopolítica es clave para entender la situación actual. Sobran los documentos desclasificados, de la etapa de la administración Bush, donde se evidencian  las estrategias del imperio estadounidense para acabar con la Revolución Bolivariana y con el Comandante Chávez.

Pretendían sepultar nuestro proceso revolucionario antes de invadir a Irak, pero la conciencia de un pueblo que se negó a dormir nuevamente en las penumbras de la dominación, junto a la unión cívico militar, iniciada por Chávez aquel 4 de Febrero de 1992, impidieron que lograran su objetivo.

Aun así, actualmente hay una importante diferencia en comparación con aquel golpe del 2002. Nicolás lo decía con mucha firmeza: “Ya no somos los muchachos inocentes de ese momento, cuando todavía confiábamos excesivamente en la  palabra de la derecha y de sus voceros, creíamos que tenían palabra (…) pero todos fueron empujados y obligados a andar por el camino golpista y del cortoplacismo. Cuesta conseguir actualmente a un solo político de derecha que no hubiese participado de ese golpe de estado”.

La segunda razón de la actual arremetida fascista, está situada en el ámbito económico-regional; y es que quieren impedir que se consolide la recuperación y expansión económica del estado venezolano. Hemos venido dando pasos firmes hacia el restablecimiento de nuestra economía y del aparato productivo de la nación, desarrollando importantes planes concebidos en la agenda económica bolivariana y sus motores de producción, que nos están llevando significativamente a la resolución de uno de los más apremiantes problemas que afrontamos los venezolanos y venezolanas. Problema que como se sabe, ha sido inducido a través de la guerra económica.

Ellos (la oposición antipatria) siguen apostando al quiebre económico y financiero, pero no contaron con las capacidades del gobierno revolucionario y la conciencia patria de la mayoría de este pueblo. Importante es destacar que, además de la política interna, hemos mantenido al día el pago de nuestra deuda externa. Recientemente cancelamos más de 250 millones de dólares, incluso días antes de lo previsto, y hemos podido cancelar todos nuestros compromisos externos  a tiempo. Entonces,  esta segunda razón se trata de una emboscada a nuestro avance económico.

La derecha no tiene capacidad para recuperar este país de manera autónoma y soberana, es, por el contrario, una derecha dependiente, transnacionalizada y corrompida porque ha recibido millones de dólares para entregar la patria en bandeja de plata.

La tercera razón, explicaba nuestro Presidente, es “eminentemente política…producto de las circunstancias”. Se trata de la victoria electoral coyuntural de la oposición en los pasados comicios del mes de diciembre del año 2015. Debemos decirlo, una batalla ganada por la contrarrevolución, sobre la base de una guerra económica similar a la de Chile durante el gobierno de Salvador Allende, que logró capitalizar, de alguna manera, el descontento de parte de nuestro pueblo frente a esa situación, generada por ellos mismos.

Recordemos que al tomar posesión del cargo de presidente de la Asamblea Nacional, el diputado Henry Ramos Allup aseguró que su tarea sería sacar a Nicolás Maduro de la presidencia. Acción que evidentemente no logró. A partir de allí la Asamblea Nacional les ha generado derrota tras derrota. Lejos de centrar su atención en contribuir a la solución de los problemas del país, se ha centrado en la conspiración y los planes golpistas. En ese intento ha fracasado, se ha autoliquidado, ha hundido a la oposición venezolana y se ha convertido en “la nada”.

Se trata entonces, esta tercera razón, de tapar su propio fracaso con violencia, con fascismo del más puro. Toda su dirigencia está dividida entre los que mediamente intentan recobrar su liderazgo y apuestan por la vía electoral, y otros que definitivamente, no quieren a Venezuela y desean verla incendiada, solo para complacer los deseos intervencionistas imperiales, en su afán por apoderarse, como sea, del poder político y económico del país.

“Son tres razones vitales cuando nos preguntamos el porqué de la conducta descarada, golpista, abierta y criminal de sus principales voceros”, expresaba Nicolás Maduro. Pero yo le digo Presidente: estoy seguro que nosotros, la mayoría de este pueblo patriota, antiimperialista, tenemos mucho más de tres razones, tenemos miles, nos sobran las razones para seguir defendiendo la Revolución Bolivariana, el legado que nos dejó el Comandante Chávez.

Nadie dijo que el camino sería fácil, pero sin dudas, nos asiste la razón del humanismo, de la justicia; la razón de la pasión y el amor patrio, del verdadero amor hacia los semejantes; la razón y la convicción, que nos ha permitido declararnos en batalla permanente por la independencia y la autodeterminación de esta Patria, para ser libres y soberanos para siempre.

 /Cubadebate/



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