Estados Unidos: Peligrosa reanimación fascista

Eldonita de Maria Calvo
2017-08-16 11:43:41

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por  Nicanor León Cotayo

Hasta el sector más ilustrado de ese país no oculta su preocupación ante la amplitud que experimentan sus llamados supremacistas blancos. Ahora estalló una nueva polémica en Washington luego que Donald Trump  incluyó en su cuenta de Twitter el mensaje de un instigador de teorías ultraderechistas.

Lo hizo el martes, cuando publicó lo escrito por un conocido alentador de  teorías conspirativas neo-nazis, Jack Posobiec.

¿En qué momento? Cuando la postura del mandatario se encuentra entre signos de interrogación debido a su resbaladiza actitud  frente a los supremacistas blancos.

Al escribir su biografía para Twitter, Posobiec, un voluntario en la cruzada electoral de Trump, se define como “un operador político republicano de nueva derecha”.

Aunque, puntualizó este martes la agencia noticiosa española EFE, se le considera “un provocador cercano a la extrema derecha”.

En mensajes anteriores, Posobiec había criticado informaciones periodísticas sobre lo acontecido este fin de semana en  Charlottesville (Virginia), donde un neonazi mató a una joven y arrolló a 20 manifestantes antirracistas.

“¡Se trata de propaganda masiva para la izquierda!”, afirmó delirante el protegido de Trump.
El presidente no dejó de emplear los medios en la red social:

“Hice declaraciones adicionales sobre Charlottesville y me doy cuenta una vez más de que los medios de noticias falsas nunca estarán satisfechos, ¡verdadera mala gente!”, escribió.

Reaccionó de esa manera horas después que tuvieron lugar violentos choques raciales en Charlottesville.

Su tardío pronunciamiento en la televisión, coincidieron observadores, “no convenció a la mayoría de los analistas mediáticos”.

¿Cuándo habló? Después que recibió una lluvia de críticas por su comportamiento, incluso desde las filas de su partido.

El sábado llegó a responsabilizar “a muchas partes” del odio y fanatismo vistos en esa localidad de Virginia.
Durante aquel crucial discurso no dedicó ni una sola palabra a condenar los desmanes supremacistas blancos.

Estos últimos convocaron la  marcha “Unir a la derecha”, en protesta por la retirada de una estatua del general confederado Robert E. Lee.

Se trata de quien pasó a la historia como símbolo defensor de la esclavitud y el racismo.
Todo ello justifica la preocupación que de manera gradual pero sostenida se extiende entre lo mejor de la sociedad estadounidense.

(CubaSí)



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