Francia en llamas

Eldonita de Saily Pérez Gordillo
2018-12-04 09:16:01

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Imagen ilustrativa. Foto/Archivo

Por Guillermo Alvarado

En medio de llamados a su renuncia, el presidente de Francia, Enmanuel Macron, convocó a líderes políticos de diversas tendencias para hallar una solución a las masivas manifestaciones que desde hace tres semanas sacuden al país y que el pasado sábado derivaron en violentos enfrentamientos en París con cientos de detenidos, heridos y cuantiosos daños.

El movimiento que encabeza las marchas, conocido como “los chalecos amarillos” por el color de la prenda que caracteriza a los que protestan, no obedece a ningún partido, movimiento sindical o popular conocido.

Comenzó el 17 de noviembre por medio de llamados en las redes sociales para rechazar el aumento de los combustibles, en particular el diésel, que entraría en vigor en enero de 2019 y golpearía la economía de decenas de miles de familias.

Pronto se extendió a otras demandas, siempre vinculadas con el aumento del costo de la vida, pero el último fin de semana se radicalizó y ahora exige la renuncia del presidente, llamar a elecciones anticipadas o convocar a un referendo.

Su carácter inorgánico, sin embargo, es la principal vulnerabilidad de un movimiento que ha recordado a algunos las grandes marchas de mayo de 1968 que estuvieron a punto de dar al traste con el gobierno de Charles de Gaulle.

Grupos violentos y anárquicos infiltraron las movilizaciones y provocaron actos vandálicos, que fueron reprimidos con exceso de fuerza por la policía, lo que causó el caos de los días recientes.

Un sondeo de la empresa Harris Interactive para la radio francesa RTL señaló que si bien el 70 por ciento de la población ve con simpatía a los chalecos amarillos, 80 de cada cien rechazan la violencia como método de protesta.

Nueve de cada diez consideran, además, que la actuación del gobierno y los aparatos de seguridad no ha estado a la altura de los acontecimientos.

Desde su retorno de Argentina, donde participó en la cumbre del G-20, el presidente Macrón no se ha pronunciado en público, aunque recorrió la zona del Arco del Triunfo en la capital donde ocurrieron los mayores destrozos.

Este martes el ejecutivo aplicará una moratoria a los impuestos que desataron el descontento, pero los opositores consideran que a estar alturas esa decisión es insuficiente y circulan nuevos llamados a retomar las calles el sábado venidero.

Ya los costos económicos y políticos son elevados. El sector del transporte de mercancías por carretera aseguró que los cortes en las vías de comunicación han causado pérdidas por unos 400 millones de euros y que, de mantenerse la situación, podría colapsar la economía francesa.

Un discurso del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ante la Asamblea Nacional francesa, previsto para este martes, fue suspendido por la situación política que la víspera se agudizó por el cierre de varios centros escolares.

A pocos días del próximo Consejo Europeo, el 13 y 14 de diciembre, Macrón tendrá que hacer un notable ejercicio de estadista para apaciguar los ánimos, o corre el riesgo de ser devorado por la tormenta.

 



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