Por: María Josefina Arce
Aunque en 1950 se fundó en la Universidad de la Habana la primera Cátedra Martiana, cesa bajo la dictadura de Fulgencio Batista, y no es hasta la revolución cubana que se viene a reorganizar nuevamente este espacio en el centro de altos estudios de la capital cubana para dar a conocer la obra y pensamiento del Héroe Nacional José Martí.
A partir de la década del ochenta del siglo pasado se fundan cátedras martianas en las diversas universidades del país, una acción necesaria para adentrarnos en el ideario del hombre que el líder de la revolución cubana, Fidel Castro, calificó como el autor intelectual del asalto en 1953 al Cuartel Moncada y que marcó el definitivo impulso de la lucha revolucionaria.
El ideario martiano es la esencia de la revolución cubana que a lo largo de sesenta años ha dado vida a su pensamiento sobre los derechos humanos, la democracia, así como a su latinoamericanismo y antimperialismo.
Aspectos que también atañen a toda la región, pues fue Martí un fiel defensor de la unidad y de la identidad de los pueblos latinoamericanos y quien con clara visión alertara sobre los peligros que representaba Estados Unidos.
Hoy existe una red conformada por más de 40 cátedras martianas que están radicadas en centros de diferentes niveles de enseñanzas de diversas naciones.
Son un espacio de discusión académica, de vital importancia para que sea cada vez más conocido en las comunidades universitarias el valor y la vigencia del ideario martiano, máxime cuando se acrecientan los ataques contra el proceso integracionista de la región.
Martí también soñó con un mundo mejor, sin injusticia, ni desigualdades, ni discriminación por eso las cátedras que llevan su nombre se han convertido en un instrumento para fomentar la solidaridad entre nuestros pueblos, respeto a la dignidad plena del hombre y de compromiso por la construcción de sociedades justas y equitativas.
En ese camino en la Cuarta Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo, que sesionó esta semana en La Habana, uno de sus resultados más importantes ha sido la unión entre las Cátedras UNESCO y José Martí para eliminar el analfabetismo y las desigualdades sociales en América Latina.
Los participantes coincidieron en que en estos momentos en que se incrementan las acciones de Estados Unidos contra los pueblos latinoamericanos estas cátedras constituyen verdaderos laboratorios de ideas en defensa de nuestra identidad y nuestras raíces.
El trabajo conjunto permitirá avanzar en la implementación de los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible para lograr una América Latina unida, pero también más próspera, donde cada ciudadano tenga garantizado sus más elementales derechos humanos.
