Plan Turquino: llevar el desarollo a las zonas montañosas.

Eldonita de María Candela
2019-08-17 08:34:32

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Por: María Josefina Arce

Uno de los programas insignias de la revolución cubana es el conocido Plan Turquino, puesto en marcha en junio de 1987 y que ha tenido un gran impacto entre los habitantes de la serranía, quienes consideraban como un sueño la atención médica, la educación y la electricidad.

El también conocido como Programa Integral de Atención a las Regiones Montañosas conllevó una rigurosa investigación para localizar a cada familia y habitante de esos intrincados lugares.

Treinta y dos años han transcurrido desde que se pusiera en marcha ese proyecto, que además de mejorar las condiciones de vida de los campesinos, busca atraer fuerza laboral a las montañas, ricas en recursos naturales y con tierras propicias para el cultivo del café y el cacao.

Hoy al paisaje de la serranía se han sumado numerosas viviendas, escuelas y consultorios médicos. Se han ampliado a su vez las redes hidráulicas y las eléctricas, y aproximadamente el 90 por ciento de los hogares, centros e instalaciones estatales existentes están electrificados.

Ya los pobladores de esas regiones no están aislados como antaño. El gobierno se ha preocupado por potenciar las comunicaciones. Un alto por ciento de las comunidades están conectadas telefónicamente y se reciben las señales de la radio y televisión.

De hecho desde 1993 existe la Televisión Serrana que rescata la cultura local a la vez que refleja los intereses de la comunidad.

Asimismo hasta las montanas llegan cada año grupos teatrales que hacen la delicia de niños, jóvenes y adultos. A esta cruzada se han incorporado con el tiempo compañías de otras naciones como Brasil, México y Argentina.

Miles de funciones gratuitas en parajes rurales y decenas de millares de espectadores beneficiados con esa entrega de amor suma hoy esta cruzada teatral.

En esas regiones del país también está presente la aplicación de la ciencia y la técnica en los cultivos para beneficio de los habitantes de los lomeríos, quienes tributan además alimentos frescos a las ciudades.

Igualmente son una fuerza esencia en la repoblación forestal, la recuperación de suelos y la protección y cuidado de la flora y la fauna oriunda de las distintas zonas montañosas, que atesoran una buena parte de nuestra historia.

El Plan Turquino ha logrado su propósito de un desarrollo integral y sostenible de las zonas montañosas y de difícil acceso del país. Sus habitantes hoy se sienten parte de un país y una revolución que nació y creció para el bien de todos los cubanos.

 



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