Por Maria Josefina Arce
La historia se repite: llegan a Colombia soldados norteamericanos para añadir un nuevo elemento de tensión a la ya compleja situación en Sudamérica, que además de enfrentar a la COVID 19 vive un escenario de constantes acciones agresivas contra Venezuela.
Nuevamente la supuesta lucha contra el narcotráfico es el pretexto utilizado que ya cansa por repetitivo y que muchos saben tiene un trasfondo hegemonista. Estados Unidos no renuncia a su objetivo de mantener su presencia en la región.
No es la primera vez que Colombia acoge a tropas estadounidenses, que representan un peligro para la soberanía de Venezuela. Recordemos el acuerdo militar suscrito en 2009 entre Bogotá y Wshington que el fallecido presidente Hugo Chávez calificó de aberrante y que permitía el uso de siete bases militares en suelo colombiano por losuniformados. estadounidenses.
La permanencia en territorio colombiano de estos efectivos es también una amenaza para la soberanía de ese país sudamericano, que bajo el mandato de Ivan Duque ha servido de trampolín para acciones hostiles contra el pueblo venezolano.
La más reciente: la fallida operación Gedeón. Y aunque Bogotá intentó deslindarse de la acción armada, las investigaciones demostraron lo contrario. Desde el territorio de esa nación salieron los mercenarios rumbo a suelo venezolano, quienes además, se entrenaron en Riohacha, en Colombia, con el apoyo de Washington.
La llegada de los soldados estadounidenses ha generado un fuerte rechazo en la sociedad colombiana. Legisladores señalaron que solo al Congreso compete aprobar la entrada de tropas foráneas al territorio nacional.
En ese sentido, el presidente del Senado, Lidio García, le recordó al mandatario que la Constitución estipula que el tránsito de soldados extranjeros en Colombia es una atribución del Senado, mientras otras voces calificaron de gravísimo error de Duque permitir la presencia de los estadounidenses en el país.
Para muchos este hecho considerado anticonstitucional y como una abierta agresión a la soberanía colombiana, amenaza con llevar la guerra a Venezuela. De hecho parte de las tropas estarán cerca de la frontera venezolana.
La presencia de estos efectivos sin dudas, contribuirá a una escalada de la tensión entre Colombia y Venezuela, pero además, como afirma el Grupo de Puebla, será una plataforma de lanzamiento de la ofensiva militar que ha anunciado el presidente norteamericano, Donald Trump, contra el pueblo venezolano, con la consabida desestabilización de la seguridad en el continente.