Por: Roberto Morejón

Varios articulistas y dueños de corporaciones mediáticas de derecha acompañan en América Latina al secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, en los ataques contra la colaboración médica cubana en el exterior.

Con la repetición de los mismos embustes de Pompeo sobre la supuesta condición de esclavos y espías de los médicos antillanos, los comentaristas aludidos cumplen su propósito de agradar a Washington.

Ocurrió en algunos medios argentinos y peruanos al hablarse de la cooperación cubana de salud, y recientemente le tocó el turno a un conocido ejemplar de las ideas más retrógradas.

Jorge Castañeda, ex canciller del conservador gobierno mexicano de Vicente Fox, apeló a las diatribas anticubanas desde la CNN en español.

Señalado años atrás por medios de prensa como agente de la CIA , Castañeda ignora la dolorosa suerte de los latinoamericanos expuestos a la COVID-19.

Todo ello trasciende en momentos en que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell Ramírez, subrayara que la presencia de médicos cubanos en la nación NO representa amenaza NI peligro para el mercado laboral de doctores nativos.

Mientras algunos absurdos aparecían en la prensa al sur del Río Bravo acerca del tema expuesto, en diversas latitudes más de 160 organizaciones  en 22 países clamaban por el Premio Nobel de la Paz a los profesionales cubanos de la salud.

Así lo solicitan por su contribución al enfrentamiento a la pandemia por el nuevo coronavirus.

Quienes así piensan hacen referencia a los más de tres mil trabajadores sanitarios del archipiélago caribeño presentes en 28 países.

En tanto plumas devotas del más ramplón anexionismo de Estados Unidos confunden y mienten, miles de hombres y mujeres de batas blancas de Cuba colocan ventiladores mecánicos en pacientes en salas de terapia.

Otros desandan callejuelas en busca de posibles casos asintomáticos, portadores del virus SARS-Cov-2.

Valientes, experimentados, de trato cordial, los internacionalistas cubanos que acudieron a varios países a solicitud de los respectivos gobiernos, constituyen la respuesta más enérgica a quienes se transformaron en resonancias de Pompeo.

Como destacaran activistas estadounidenses por la paz, mientras la administración de Donald Trump golpea a Cuba, este país ofrece ayuda al mundo.

Y lo hace en medio de un bloqueo recrudecido, sin orificios a pesar de la pandemia.