Religión como política y viceversa

Eldonita de Maite González Martínez
2020-07-17 07:44:39

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Mario Bramnick junto con el Vicepresidente Mike Pence en inauguración de “Latinos for Trump”. Julio/2019 Centro Latinoamericano de Investigacion Periodistica

Por: Guillermo Alvarado

De muchas maneras el gobierno de Estados Unidos, presidido por Donald Trump, busca influir en dirigentes de otros países, empresarios, personalidades y su propia población, pero hay una en particular que merece atención por la forma insidiosa en que se maneja, me refiero a la religión.

Pocas personas conocen que en la Casa Blanca existen dos oficinas vinculadas con iglesias evangélicas fundamentalistas que lo mismo ejecutan tareas internas para manejar a la sociedad, sobre todo en materia electoral, que desarrollan actividades propias de la política exterior.

Me refiero a Capitol Ministries, fundada por Ralph Kim Drollinger, que cada semana imparte cursos de formación bíblica al personal de la mansión presidencial, y la Oficina de la Fe y la Oportunidad de la Casa Blanca, dirigida por el pastor de origen cubano Mario Bramnick.

Prometí recientemente hablar sobre este sujeto, que ha logrado escalar en el favor de Trump, pero que tiene profundos vínculos con otros factores de poder, entre ellos Israel, amigo íntimo de Estados Unidos.

Bramnick es el fundador y presidente de la Coalición Latina por Israel, una agrupación de corte sionista con sede en Miami, desde donde promueve los intereses de Tel Aviv, en particular el reconocimiento de Jerusalén como capital única e indivisible, en detrimento de los derechos de Palestina.

Fue un activo protagonista de la campaña que llevó a Trump a la presidencia en 2016 y se dice que arrancó al futuro presidente la promesa de trasladar la sede diplomática estadounidense hacia la llamada “Ciudad Santa”, que tiene un estatuto internacional otorgado por la ONU.

Aunque no pertenece al Departamento de Estado, se entrevistó con numerosos gobernantes para presionar a que sigan el ejemplo de Washington.

Entre ellos figuran el expresidente de Guatemala Jimmy Morales; Juan Orlando Hernández, de Honduras; y Jair Bolsonaro, de Brasil.

Los tres prometieron cambiar sus representaciones a Jerusalén, si bien sólo el guatemalteco lo hizo. Honduras y Brasil abrieron oficinas comerciales, pero mantienen a sus embajadores en Tel Aviv.

La Oficina de la Fe congrega a diversas iglesias, si bien investigadores los separa en tres grupos, los que predican la “teología de la prosperidad”, según los cuales la riqueza es un premio divino; los evangélicos sionistas, que ven a Israel como el pueblo elegido por dios; y la Convención Bautista del Sur. El común denominador de todos es el fundamentalismo.

Mucha tela por cortar y poco espacio y tiempo, amigos, por lo que seguiremos analizando el tema más adelante.



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