Israel prohíbe entrada de la vacuna anticovid a Palestina.

Por: Roberto Morejón

Como país ocupante, Israel se ha valido de diversas herramientas para imponerles su sistema represivo a los palestinos, y con la vacuna contra la COVID-19 también hace lo mismo.

El régimen sionista lo mismo bloquea, dilata o permite trasladar a cuenta gotas lotes de vacunas conseguidas estoicamente por la Administración palestina.

Para la Cisjordania ocupada y Gaza asediada tramitar alimentos, recursos para los hospitales y otros materiales resulta en extremo difícil y ahora ante el auge de la pandemia todo se complica.

Después de varios llamados de personalidades y organizaciones no gubernamentales, Tel Aviv accedió a retirar su veto al acarreo de un cargamento de la Sputnik V , aportada por Rusia.

Puestos de control israelíes admitieron que los inconvenientes colocados respondían a decisiones políticas.

Desde el comienzo de la pandemia por el nuevo coronavirus, los hospitales en Cisjordania y Gaza afrontaron inconvenientes para recibir materiales de protección destinados al personal de salud y respiradores.

Se trata de insumos cardinales para la atención frente a una enfermedad letal, de ahí que cualquier obstáculo a su envío constituye un hecho abominable.

Debemos recordar que en Gaza existía desde antes de la COVID-19 una situación sanitaria compleja por la carencia de suministros, ante el despiadado boicot del régimen sionista.

Ahora el panorama es más sensible pues ese territorio palestino registró más de 53 mil casos y 538 muertos por la enfermedad de origen respiratorio.

Pero una tendencia tan comprometida parece NO importarle a políticos israelíes que incluso exigieron al gobierno condicionar la expedición de las vacunas a la liberación de soldados apresados.

O sea, ante el drama sanitario esgrimieron un chantaje en un país como Israel que se ufana de ser líder global per cápita por aplicar vacunas.

Incluso, algunos ciudadanos rechazan la sustancia inmunizadora porque niegan la gravedad de la pandemia.

Por esa vía queda un excedente, del que el régimen sionista No quiere extraer partidas para enviar a Cisjordania y Gaza.

Dicho de otra forma, Israel celebra la extensión de sus programas preventivos por la COVID-19 e impide o retrasa esa patente de vida para la Palestina ocupada.