Imagen tomada de Archivo/RHC
Por: Isis María Allen (RHC)
En 1981 la ONU proclamó el 21 de septiembre Día Mundial de la Paz para que coincidiera con la apertura del período de sesiones de la Asamblea General y fuera ocasión oportuna para promover acciones y crear conciencia en favor de la erradicación de los conflictos y sus causas.
En abril de ese año, en la clausura de la reunión de la presidencia del Consejo Mundial de la Paz efectuada en La Habana, el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro (1926-2016) expresaba:
"La paz es solo la condición primaria para poder volcar, consecuentemente, los colosales caudales de energía y recursos necesarios para que toda la humanidad, y no solo una parte de ella, pueda vivir en forma honorable, decente y decorosa”.
Igualmente afirmaba: “Sin una verdadera cooperación, sin un Nuevo Orden Económico Internacional real y tangible, cuyos resultados alcancen a todos y beneficien a todos, comenzando por los más necesitados, la paz a que aspiramos será un espejismo inalcanzable”.
Cuatro décadas después el mundo llega a este día en medio de una pandemia que ha estremecido a la humanidad, la paz está en mayor vilo, los niveles de pobreza y la desigualdad se han acrecentado, los males que ya arrastraba el mundo han salido a raudales, por lo que en fecha como esta la Organización de Naciones Unidas ha llamado a trabajar por la recuperación para crear un mundo más equitativo y sostenible.
En la recién celebrada cumbre de la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el presidente cubano Miguel Díaz Canel destacaba el papel de ese mecanismo de integración regional en el cumplimiento de las aspiraciones de nuestros pueblos, cuando expresó: “Urge revitalizar la CELAC para avanzar hacia una recuperación inclusiva y justa que nos fortalezca como región y contribuya al bienestar de nuestras naciones”.
Son múltiples los males a erradicar para que en el mundo reine la tranquilidad que procede del orden y de la unidad de voluntades; la serenidad en ausencia de conflictos, hagamos todos lo que cada uno podamos para hacer que ese mundo de paz sea posible, no olvidar a Fidel cuando manifestó; “La única verdadera victoria está en ganar la paz.”
