Por María Josefina Arce

Hace 18 años Cuba fue escenario de  un hecho trascendental; nacía un mecanismo de concertación en beneficio de las naciones del área. ALBA, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, se erigía como una opción ante las políticas neoliberales impuestas en la zona y que sumieron a muchos en la pobreza.

El líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, y el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dieron vida a este bloque, que tiene sus raíces en el espíritu solidario de ambos estadistas y en el pensamiento de los próceres independentistas Simón Bolívar, José Martí, Agusto César Sandino, y muchos otros que lucharon por la unidad y soberanía de Nuestra América.

El hoy ALBA-TCP, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, está basada en la solidaridad, la complementariedad, justicia y cooperación, uniendo capacidades y fortalezas de los países que la conforman.

En estas casi dos décadas, el mecanismo integrador ha hecho énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión, a través de diversos programas sociales que buscan mejorar las condiciones de vida de latinoamericanos y caribeños.

A través del ALBA-TCP, tres naciones fueron declaradas por la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, como "Territorios Libres de Analfabetismo". Venezuela en 2005, Bolivia en 2008, y un año después Nicaragua.

Igualmente la Misión Milagro significó un antes y un después en la región. Este programa de rehabilitación oftalmológica ha beneficiado a más de cinco millones de personas de bajos recursos.

Jóvenes procedentes de familias humildes se han formado en la Escuela Latinoamericana de Medicina, con sedes en Cuba y Venezuela. Una alta preparación técnica, ética y humanista distingue a estos nuevos médicos que contribuyen en sus países a mejorar los índices sanitarios.

A pesar de las continuas presiones externas contra muchos de nuestros países y de la aplicación de medidas coercitivas, la solidaridad que une a los estados del ALBA-TCP se puso de manifiesto una vez más durante la emergencia sanitaria mundial por la COVID 19.

A través del banco del mecanismo se estableció un puente aéreo humanitario para el traslado de vacunas, personal médico, tratamientos e insumos a los hermanos caribeños.

Cuba, cuyo personal sanitario brindó su colaboración en naciones miembros, también fue depositaria de verdaderos gestos de solidaridad. Recibió donativos de Venezuela, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucia y otros.

Ahora La Habana acoge nuevamente a sus hermanos del área. Los jefes de estado y de gobierno del ALBA-TCP celebran en la capital cubana su vigésimo segunda Cumbre, una oportunidad para celebrar los 18 años de creado del bloque, pero también para continuar fortaleciendo el trabajo  conjunto en aras del bienestar de sus pueblos y en defensa de la paz y la soberanía.