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Por María Josefina Arce
Esta semana continuará en el Congreso el debate sobre la reforma a la salud, una propuesta del gobierno del presidente de Colombia, Gustavo Petro, encaminada a una necesaria transformación del sistema de salud, con gran presencia privada, para hacer del acceso a la atención sanitaria un derecho universal e inclusivo.
La iniciativa, una de sus principales promesas electorales, busca, como ha asegurado el mandatario, que la salud deje de ser un negocio y garantice verdaderamente el bienestar de los ciudadanos.
En la actualidad el sistema está regido por las denominadas EPS, Entidades Promotoras de Salud, que han estado en el centro de las críticas de la sociedad por escándalos de corrupción y acusadas de anteponer sus intereses económicos a los de sus pacientes.
De hecho en los últimos cuatro años la justicia de la nación suramericana ha condenado a 22 ex funcionarios de las EPS por su implicación en el desfalco de los recursos del sistema sanitario colombiano.
Medicamentos para fallecidos, falsificación de documentos referentes a las historias clínicas y tratamientos de alto costo para supuestas enfermedades de algunos pacientes han sido algunos de los métodos delictivos empleados para apoderarse del dinero del estado.
De acuerdo con las autoridades, solo de enero a julio del pasado año se realizaron más de 700 mil denuncias, quejas y peticiones contra las EPS por pacientes que necesitaban asistencia inmediata.
Otra falla del actual sistema sanitario es que la atención no llega por igual a todos. Para los residentes en las zonas rurales es sumamente difícil el acceso a los centros médicos, pues en muchos casos deben recorrer largas distancias.
Datos oficiales señalan que unos 600 municipios no tienen un puesto médico en el campo y 300 tampoco cuentan con salas de parto.
En las regiones rurales se concentran los mayores índices de mortalidad materna por no ser asequible los servicios de salud y planificación familiar.
Estas inequidades son las que quiere eliminar el actual gobierno con su propuesta de reforma de salud, que hace énfasis en la prevención para cubrir de manera integral todos los factores que influyen en la salud.
Radicada en febrero pasado en el Congreso para su debate, fue aprobada en mayo pasado en su primera discusión en la Cámara de Representantes. Pero la oposición ha intentado con diversas artimañas dilatar el proceso que pone en riesgo una propuesta a favor de todos los colombianos.
Las autoridades señalan que el debate es necesario, pues, enfatizaron, Colombia se merece una buena discusión que tribute a favor de todos.
Petro ha asegurado que el sistema de salud que surgirá de esa ley es planificado, con fuerte presencia estatal, que permite también la privada y que brindará cobertura a toda la sociedad colombiana.
