Alejandro Giammattei. (Imagen de archivo/RHC)

Por María Josefina Arce

Guatemala vivió una tensa jornada este domingo, maniobras desestabilizadoras de última hora demoraron la investidura de Bernardo Arévalo, pero finalmente llegó a su conclusión el mandato de Alejandro Giammattei, uno de los presidentes de América Latina peor calificado durante sus cuatro años de gestión. Concluyó con menos de 10% de aprobación entre la ciudadanía de la nación centroamericana.
  
Su presidencia se vincula a mala gestión de la COVID 19, aumento de la pobreza, debilitamiento de la democracia y profundización de la corrupción, uno de los males que se comprometió a combatir en su campaña electoral.
  
Sin embargo, en 2022 su gobierno fue calificado como uno de los cuatro más corruptos de América, de acuerdo con la Organización de Transparencia Internacional, con sede en Berlín, Alemania.
   
Giammattei, quien antes de 2020 tuvo tres intentos fallidos de llegar a la presidencia, favoreció a sus allegados. No dudó, de acuerdo con las denuncias, en utilizar el dinero público para reforzar su posición y la de sus aliados.
   
Bajo su mandato decenas de periodistas, fiscales y jueces que habían investigado tramas de corrupción se vieron obligados a dejar el país, mientras que unos 8 fiscales anticorrupción han terminado en la cárcel.
   
Por demás, no se desvinculó del criticado Ministerio Público. Por el contrario mantuvo en su cargo de Fiscal General a Consuelo Porras, altamente cuestionada por la persecución contra Bernardo Arévalo, quien hasta último momento enfrentó maniobras en su contra, pero finalmente asumió este domingo como nuevo presidente de Guatemala, tras ganar ampliamente los comicios generales del pasado año con cerca de 60% de los votos.
  
Al deterioro de la institucionalidad en la nación centroamericana, se suma el aumento de los índices de pobreza. En la actualidad seis de cada 10 guatemaltecos vive en la miseria.
  
Uno de los principales problemas del país, la desnutrición infantil, fue relegado a un segundo plano. Giammmatei congeló el gasto de la Secretaria de Seguridad Alimentaria. De acuerdo con datos oficiales, uno de cada dos niños menores de cinco años padece desnutrición.
  
Otra área fallida es la de seguridad. En 2022 la tasa de homicidios aumentó a 17 por cada 100 mil ciudadanos, la cifra más alta de los últimos 15 años.
  
Giammattei deja al país peor que cuatro años atrás. A ese panorama se enfrenta Arévalo, quien además, de gobernar con un Congreso de mayoría de derecha,  deberá lidiar con la polémica Fiscal General, una de las artífices de la persecución en su contra y de su Movimiento Semilla.