Protesta en EEUU contra genocidio en Gaza

por Guillermo Alvarado

En más de la mitad del territorio de Estados Unidos se multiplican por estos días manifestaciones y otros actos de protesta contra el genocidio perpetrado por Israel contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, que cuenta con el apoyo político y militar de la Casa Blanca.

Ya había dicho en un trabajo anterior que el presidente Joseph Biden se estaba jugando su futuro político con su desenfrenada complicidad hacia el gobierno sionista encabezado por Benjamín Netanyahu, y ahora los hechos están demostrando esa realidad.

Si bien el foco de la protesta contra el exterminio sistemático de hombres, mujeres, niños y ancianos a manos del ejército de Tel Aviv está en los recintos universitarios, poco a poco se va extendiendo hacia otros lugares, trayendo a la memoria inevitablemente la lucha contra la guerra de Vietnam.

A Biden no se le ocurre nada mejor que lanzar contra los jóvenes estudiantes a la policía, que está armada como para la guerra, e incluso a la Guardia Nacional cuya brutalidad es legendaria.

Hasta el momento unos 2 mil jóvenes y profesores fueron detenidos, pero eso no logró sino incentivar las protestas y orientarlas contra la Casa Blanca.

Esto tiene una consecuencia política clara para el mandatario, y es que una buena parte del voto duro del partido Demócrata es precisamente el de la gente joven, que cada día se desencanta más de la política oficial hacia el Oriente Medio y el apoyo irrestricto a Tel Aviv.

Jonathan Zimmerman, profesor de historia de la Universidad de Pennsylvania dijo a The Guardian que los manifestantes en los campus no van a sufragar a favor de Donald Trump, pero el peligro para Biden es más simple: sencillamente no van a votar.

La retórica del presidente, igual que de los rectores y otras autoridades de los centros de altos estudios, es que manifestar a favor de Palestina es antisemita, ignorando el hecho evidente de que una parte de quienes  manifiestan son jóvenes judíos, descontentos con el actuar de Netanyahu y su camarilla.

No pienso que haya judíos antisemitas porque eso sería casi contra natura, pero si estoy convencido de que existen muchos que son, afortunadamente, antisionistas y eso es reconfortante.

Cuando desaparezca el sionismo en el Oriente Medio estarán dadas todas las condiciones para que ambos pueblos vivan en paz y seguridad, cada uno dentro de las fronteras establecidas antes de 1967, un horizonte que causa malestares digestivos en Washington y varias capitales europeas donde ven con horror el eventual estallido de la paz.