Cepal presenta informa sobre la reducción de la pobreza.
Por Martiza Gutiérrez
La tasa de pobreza regional que se incrementó durante la pandemia ha disminuido a niveles similares a los de 2014 y alcanzó su punto más bajo en 2023, según un informe de la CEPAL sobre la reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe en 2024.
A pesar de este avance, la desigualdad de ingresos sigue siendo un desafío importante en la región. Se destaca que la reducción de la pobreza se debió principalmente a lo ocurrido en Brasil, donde las transferencias monetarias del gobierno tuvieron un efecto positivo en las familias en situación de vulnerabilidad.
Actualmente, aproximadamente 172 millones de personas en la región no cuentan con suficientes ingresos para cubrir sus necesidades básicas, y 66 millones no tienen acceso a una canasta alimentaria mínima.
La discrepancia entre la disminución de la pobreza y la persistencia de la desigualdad plantea serios retos para el desarrollo social y económico de la región.
El informe presentado por el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, indica que la pobreza tiene un mayor impacto en mujeres en edad laboral, así como en niños y adolescentes, en comparación con otros grupos de edad. Las zonas rurales presentan tasas más altas de pobreza en comparación con las áreas urbanas, subrayando la importancia de abordar las disparidades y fomentar la equidad.
Los gobiernos deberán aplicar políticas que disminuyan la desigualdad e impulsen la inclusión y equidad social. En este sentido, la sugerencia de la CEPAL es reforzar las redes de protección, incrementar la inversión en educación y fomentar la inclusión productiva para romper el ciclo de pobreza y garantizar una distribución equitativa de los beneficios económicos regionales.
La situación actual exige un enfoque integral que contemple tanto la erradicación de la pobreza como la promoción de la igualdad de oportunidades. Solo así se podrá construir una sociedad más justa y equitativa, donde todos los ciudadanos tengan acceso a los recursos y oportunidades necesarias para mejorar su calidad de vida. La lucha contra la desigualdad es un reto que no se puede ignorar.
